La administración Biden ha levantado algunas restricciones financieras contra Cuba para apoyar a los negocios privados en la isla. Esta medida tiene como objetivo permitir a los empresarios independientes abrir y acceder en línea a cuentas bancarias estadounidenses, promoviendo así el crecimiento económico del emergente sector privado cubano.
Fátima Hussein, Andrea Rodríguez y Rebecca Santana escribieron en Fortune que estas medidas están diseñadas para aumentar el apoyo al pueblo cubano. Incluyen pasos para ampliar los servicios basados en Internet y facilitar ciertas transacciones financieras para las empresas privadas.
“Estas enmiendas regulatorias actualizan y aclaran las autorizaciones en apoyo de los servicios basados en Internet para promover la libertad de Internet en Cuba, apoyar a los empresarios independientes del sector privado cubano y ampliar el acceso a ciertos servicios financieros para el pueblo cubano”, declaró el Departamento del Tesoro en un comunicado de prensa.
Uno de los cambios clave permitirá a los empresarios privados cubanos abrir cuentas bancarias en Estados Unidos y acceder a ellas en línea una vez de vuelta en Cuba, una capacidad de la que no disponían anteriormente. Estados Unidos también restableció las transacciones en U, que permiten transferir dinero de un país a otro a través de Estados Unidos. Esta autorización fue eliminada por la administración Trump en 2019.
“Esta autorización restablecida tiene como objetivo ayudar al pueblo cubano, incluidos los empresarios independientes del sector privado, facilitando las remesas y los pagos por transacciones en el sector privado cubano”, señala el comunicado.
Las autoridades cubanas han restado importancia al anuncio. Johana Tablada, subdirectora del departamento de EE.UU. en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Cuba, señaló que las medidas eran “limitadas” y que harían poco para aliviar el embargo más amplio o las sanciones que afectan al pueblo cubano. “Si estas medidas son serias y realmente pretenden traer beneficios a la población, incluso si van a traer beneficios a una parte de la población, no serán obstaculizadas por el gobierno cubano”, dijo Tablada a The Associated Press.
La guía actualizada del Departamento del Tesoro también aclaró que los funcionarios cubanos o los miembros prohibidos del Partido Comunista de Cuba no se beneficiarían de los cambios dirigidos al sector privado. Funcionarios cubanos han dicho que alrededor de 11.000 empresas privadas son responsables de aproximadamente un tercio del empleo de la isla.
Los cambios se producen en un momento en que Cuba se enfrenta a una grave crisis económica y energética, con un aumento de los apagones, la escasez de alimentos y la inflación. Estas dificultades han provocado una emigración masiva, con muchos cubanos dirigiéndose a Estados Unidos.
En Cuba existe un cauto optimismo sobre el posible impacto de estos cambios. Oniel Díaz, gerente de AUGE, una empresa cubana de servicios corporativos, dijo a la AP: “Es una medida positiva en general, pero hay muchos cómos y porqués que tendrán que ser respondidos en los próximos días”. Díaz señaló que los cambios podrían facilitar los pagos a proveedores, pero puso en duda que los bancos realicen operaciones con empresarios cubanos debido a los riesgos percibidos.
Díaz recordó que una disposición similar durante la administración Obama permitía a los cubanos abrir cuentas en EE.UU., pero los bancos no mostraron “gran entusiasmo” por ello.
Este anuncio se produce tras la reciente retirada de Cuba de la lista corta del Departamento de Estado de países que no cooperan plenamente contra los grupos violentos. Sin embargo, Cuba sigue figurando en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, una designación que a menudo disuade a los bancos debido al riesgo de demandas en los tribunales estadounidenses.
La relación entre Estados Unidos y Cuba ha sido tensa desde la revolución de 1959, en la que Fidel Castro instauró un gobierno comunista y nacionalizó grandes empresas. Estados Unidos impuso un embargo económico total a Cuba en 1962, bajo la presidencia de John F. Kennedy. Las relaciones comenzaron a descongelarse ligeramente bajo la presidencia de Barack Obama, quien levantó algunas restricciones en 2017, pero fueron en gran parte cerradas de nuevo por el presidente Donald Trump, quien volvió a designar a Cuba como un Estado Patrocinador del Terrorismo.
Cuba también ha abierto lentamente su economía a más empresas privadas. Las reformas, informa Fortune, están permitiendo más trabajo independiente del Estado, lo que se ha intensificado desde 2021, cuando las autoridades cubanas permitieron la creación de nuevas pequeñas y medianas empresas.
La nueva guerra de la propaganda
Por Anne Applebaum
“Incluso en un Estado donde la vigilancia es casi total, la experiencia de la tiranía y la injusticia puede radicalizar a la gente. La ira contra el poder arbitrario siempre llevará a alguien a empezar a pensar en otro sistema, en una forma mejor de dirigir la sociedad”.