En un artículo para Bloomberg, Juan Pablo Spinetto expone la grave situación económica de Cuba, que se enfrenta a su crisis económica más grave en treinta años, lo que hace temer un posible cambio de régimen. La nación caribeña, aislada durante mucho tiempo y sometida a un estricto gobierno comunista, se enfrenta a una miríada de problemas que la han empujado a solicitar ayuda internacional, una medida que subraya la gravedad de su difícil situación.
En una notable petición, el gobierno cubano se dirigió a las Naciones Unidas a finales de febrero, solicitando ayuda para combatir una creciente escasez de alimentos. Esta petición no tiene precedentes para un régimen que históricamente se ha enorgullecido de su sólido sistema de bienestar social. La recesión económica en Cuba se ha visto agravada por el endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos, el descenso de la producción nacional, la debilidad del sector turístico y la falta de apoyo de los aliados internacionales, lo que ha culminado en una crisis sin precedentes desde la caída de la Unión Soviética.
La situación ha desatado el descontento social, con protestas por los apagones y la escasez, lo que indica un malestar cada vez mayor entre la población. En medio de esta agitación, el presidente Miguel Díaz-Canel ha iniciado una investigación por corrupción contra Alejandro Gil Fernández, antiguo aliado y ministro de Economía, en lo que parece ser una táctica de distracción en medio de los problemas económicos del país.
Aunque el régimen suele citar el embargo de Estados Unidos contra Cuba como causa principal de sus dificultades económicas, la realidad es más compleja, sostiene Bloomberg. A pesar del embargo, Cuba ha podido importar alimentos y productos agrícolas de Estados Unidos desde 2001, por un total de más de 7.000 millones de dólares. El éxodo de medio millón de cubanos entre 2021 y 2023 habla de problemas más amplios de mala gestión económica y represión política, más que del impacto del embargo por sí solo.
Spinetto argumenta que la raíz de la crisis de Cuba se encuentra en su modelo económico centralizado y controlado por el Estado, que ahoga la innovación y el espíritu empresarial. La perspectiva de un cambio político amenaza la estructura de poder existente, convirtiéndola en un anatema para la vieja guardia del régimen. Sin embargo, este cambio es esencial para que Cuba salga de su estancamiento económico y aproveche su enorme potencial en sectores como el turismo, la agricultura y la cultura.
La crisis no sólo supone un reto para Cuba, sino también una oportunidad para que la región vislumbre una Cuba más abierta y plural. Pero las perspectivas inmediatas están plagadas de incertidumbre. El posible colapso del régimen podría conducir a la inestabilidad, sin un sucesor claro que guíe a la nación hacia adelante. Las medidas de austeridad del gobierno cubano, que incluyen importantes subidas de los precios de la gasolina, son muy impopulares y podrían agravar las dificultades económicas del país.
El compromiso internacional, especialmente el de Estados Unidos, sigue siendo cauteloso, en gran parte debido a la dura respuesta del régimen cubano a las protestas de 2021. No obstante, el fomento de las conexiones con el emergente sector privado cubano podría proporcionar una vía para abrir gradualmente la economía y fomentar interacciones económicas más dinámicas, explica Bloomberg.
A pesar del sombrío panorama actual, la importancia de mantener la esperanza en un futuro mejor para Cuba y su pueblo sigue siendo primordial, subraya Spinetto.
VI Premio de Periodismo “Editorial Hypermedia”
Por Hypermedia
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