El presidente Joe Biden estaría considerando la eliminación de políticas específicas de inmigración, incluyendo el programa parole humanitario para cubanos, como parte de las negociaciones para asegurar un paquete de ayuda sustancial para Ucrania. Esta revelación procede de fuentes cercanas a la agencia de noticias española EFE, e indica un cambio estratégico en la imbricación de la política exterior y la política interior de Estados Unidos.
El contexto de estas negociaciones tiene su origen en la actual crisis entre Ucrania y Rusia. Estados Unidos, bajo la administración de Biden, pretende apoyar a Ucrania con un paquete de ayuda propuesto que supera los 60 000 millones de dólares. Sin embargo, este apoyo financiero no está exento de condiciones y contrapartidas.
En un esfuerzo bipartidista, demócratas y republicanos están entablando conversaciones que incluyen varios ajustes de la política de inmigración. Entre ellos figuran propuestas para reanudar las expulsiones en la frontera, aumentar la capacidad de deportación y aplicar otras medidas restrictivas. Un portavoz del gobierno ha declarado que el presidente Biden está abierto a un compromiso, siempre que consiga el respaldo suficiente para su iniciativa centrada en Ucrania.
Se espera que las discusiones se prolonguen durante el próximo año, con los demócratas presionando a favor de un paquete de ayuda de 110 000 millones de dólares para Ucrania. Por el contrario, los republicanos abogan por medidas más estrictas en relación con la frontera sur de Estados Unidos. Este proceso de negociación refleja la complejidad de equilibrar la ayuda internacional con consideraciones de política interior.
Para aumentar la urgencia, el Departamento de Defensa ha informado de que se están agotando los fondos asignados a la defensa de Ucrania. Hay planes en marcha para transferir más de 1000 millones de dólares para reponer las reservas enviadas, lo que pone de relieve los limitados recursos disponibles para mantener la preparación militar de Estados Unidos.
En el frente de la inmigración, los negociadores han llegado a un consenso sobre varias medidas de control. Entre ellas, detener a los solicitantes de asilo en la frontera y permitir expulsiones rápidas a los inmigrantes que lleven menos de dos años residiendo en Estados Unidos. También se debate aumentar el umbral para presentar solicitudes de asilo en casos de miedo creíble.
Aunque la Casa Blanca se esfuerza por preservar el programa de parole humanitario, también se reconoce que es una posible moneda de cambio en estas intrincadas negociaciones que tendrán lugar en 2024. Actualmente, se está celebrando en Texas un juicio contra el programa de parole humanitario, cuya decisión se espera para el próximo año. Además, la embajada estadounidense en Nicaragua anunció recientemente la continuación de esta política de inmigración, que beneficia a ciudadanos de Cuba, Nicaragua, Haití y Venezuela, sin una fecha de finalización especificada.
Una “Cuba paralizada” se enfrenta a la contracción económica
Por Nieves Roger
Es probable que la economía cubana se contraiga hasta un 2% este año, lo que supone una importante desaceleración, informó el ministro de Economía, Alejandro Gil.
