La Iglesia católica de Cuba, que ha desempeñado un papel decisivo en la resolución de tensiones políticas en el pasado, propone un diálogo nacional para ayudar a resolver la crisis económica que se ha apoderado de la isla.
En una entrevista con NBC News, el padre Ariel Suárez, secretario adjunto de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, dijo que “si los diferentes actores políticos se ponen de acuerdo, pueden ofrecer un espacio de diálogo, un lugar de encuentro, para que todas las diferentes posiciones … puedan ayudar a encontrar soluciones concretas que el pueblo necesita”.
Dijo que deben incluirse las diferentes posiciones. “Creo que tenemos que decir por fin con más claridad que los cubanos pueden amar a Cuba con diferentes visiones, con diferentes perspectivas”, dijo Suárez. “Y es importante poner por encima de todas esas diferencias, el amor por Cuba y el deseo de mejorar la vida de su pueblo ahora y en el futuro”.
La entrevista de Suárez se hace eco de una declaración emitida por la diócesis de la tercera ciudad más grande de Cuba, Holguín, representada por el presidente de la Conferencia Episcopal, Emilio Aranguren.
“Como Iglesia, nos corresponde apoyar la creación de espacios de diálogo en los que puedan participar diferentes sectores de la sociedad para encontrar caminos que nos ayuden a avanzar con serenidad y esperanza”, dice la declaración.
La declaración se hizo pública días después de las protestas que estallaron en marzo en varias ciudades cubanas por la grave situación económica de la isla, que incluye escasez de alimentos, medicinas, electricidad y gasolina. Algunos pidieron un cambio político.
Lillian Guerra, profesora de historia cubana en la Universidad de Florida, que entrevistó a Aranguren para su libro “Patriotas y traidores en la Cuba revolucionaria”, dijo que “está en una posición única para hablar en nombre de la gente local”.
Guerra, que ha pasado tiempo con Aranguren, lo describió como muy modesto. Durante casi una década, su oficina patrocinó un comedor social que alimentaba a cientos de personas empobrecidas en Holguín. Dijo que es muy “inusual y único” por su trayectoria, que comenzó como párroco en la ciudad de Santa Clara durante la década de 1970. Es “ese tipo de testigo local de la evolución de la sociedad cubana desde el profundo período soviético de los años 70 hasta el presente”.
En 1961 Cuba se convirtió en un Estado ateo, confiscó los bienes de la Iglesia, incluidas las escuelas, y expulsó a unos 900 sacerdotes, según Guerra. Dijo que pudieron hacerlo porque la mayoría de los sacerdotes no eran cubanos, sino nacidos en España. Durante las tres décadas siguientes, el Estado cubano respaldó la discriminación contra los católicos. Cuba siguió siendo un Estado ateo hasta 1992, cuando el gobierno modificó la Constitución y se convirtió en laico.
El Papa Juan Pablo II hizo historia en 1998 al ser el primer Papa que visitaba la isla. Su famosa declaración, “Que Cuba, con todo su magnífico potencial, se abra al mundo, y que el mundo se abra a Cuba”, dio esperanza a muchos cubanos. Vieron su visita y su declaración como una señal de nuevas oportunidades en el horizonte.
En 2010, la Iglesia Católica negoció un acuerdo para que el gobierno cubano liberara a los disidentes encarcelados, algo que ayudó a descongelar las relaciones con Estados Unidos durante la presidencia de Barack Obama. La Iglesia católica también desempeñó un papel decisivo en el histórico acercamiento entre ambos países.
Guerra dijo que desde la revolución, la Iglesia en Cuba ha ofrecido “valores alternativos” que incluyen la creencia en la libertad de elección, pensamiento y expresión.
“Todo lo contrario de lo que decían y dicen las escuelas, los periódicos, el gobierno y las leyes”, señaló el profesor.
Guerra dijo que la iglesia ha plantado semillas en programas no religiosos, como Cuba Emprende, que apoyan el espíritu empresarial y gestionan comedores sociales.
“Así que puede que no nos estemos dando cuenta, pero la iglesia está viva y presente. Y el hecho de que la Iglesia esté presente en tantos lugares diferentes haciendo cosas, que no son simplemente dar misa, significa que la Iglesia ya se ha establecido como un espacio alternativo para que los cubanos se desarrollen y ejerzan presión contra el gobierno”, dijo Guerra.
Antes de la misa del domingo, y durante el resto del tiempo de Pascua que termina el 28 de mayo, la Conferencia Episcopal pide a los fieles que recen por la crisis económica y pidan “soluciones reales y verdaderas”.
Suárez dijo que los obispos han hecho invitaciones a la oración “para encontrar soluciones que nos permitan salir de esta angustiosa situación, para que los funcionarios del país tengan sabiduría y audacia a la hora de tomar decisiones que favorezcan la vida del pueblo.”
NBC News se ha puesto en contacto con el centro de prensa internacional de Cuba, así como con su embajada en Washington, para obtener comentarios sobre las propuestas de la Iglesia.
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