En un éxodo sin precedentes, los cubanos están huyendo de la isla en cantidades nunca vistas desde la revolución de Fidel Castro, impulsados por una economía en crisis y la búsqueda de mejores perspectivas en el extranjero. Casi el cinco por ciento de la población cubana se ha marchado a Estados Unidos en los últimos dos años, lo que supone un cambio demográfico significativo y pone de relieve la creciente crisis de la isla.
Elsa, una cubana de 30 años recién llegada a Miami, resume la desesperación de esta migración masiva. Su decisión de abandonar Cuba no fue tomada a la ligera, pero el deterioro de las condiciones en su país no le dejó otra opción. “Era muy difícil cubrir incluso las necesidades básicas. No había nada”, dijo Elsa a AFP, destacando los incesantes apagones y la subida de los precios de los alimentos como factores clave que impulsaron su marcha.
La economía cubana se enfrenta a su recesión más grave en décadas, agravada por una inflación galopante y una grave escasez de productos esenciales como combustible, medicinas y alimentos básicos. La situación se ve agravada por las sanciones de Estados Unidos, que suponen una carga insoportable para la población cubana.
Muchos, como Elsa, han emprendido peligrosos viajes de miles de kilómetros para llegar a la frontera estadounidense. La Agencia de Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU. informó de más de 153 000 entradas irregulares de cubanos sólo en 2023, con otros 67 000 que entraron legalmente en virtud de un programa de parole humanitario iniciado por la administración del presidente Joe Biden.
Según Jorge Duany, director del Instituto de Investigación Cubana de la Universidad Internacional de Florida, este éxodo masivo, de 533 000 personas en dos años, no tiene precedentes. La marcha de una parte significativa de los jóvenes, muchos de ellos bien formados y cualificados, representa una profunda pérdida de capital humano para Cuba, que ya se enfrenta al envejecimiento de su población.
Aunque Estados Unidos sigue siendo el principal destino, otros países de América Latina y Europa también han visto una afluencia de emigrantes cubanos en busca de un nuevo comienzo. Radibel Peña, un joven carpintero, atravesó un terreno traicionero para llegar a Chile, donde ahora vive y trabaja, aprovechando las oportunidades disponibles. Del mismo modo, Marco Antonio Nápoles Álvarez, camarero, se embarca en un nuevo capítulo en España, animado por la “Ley de Nietos” que facilita la nacionalidad española a los descendientes.
Esta histórica oleada migratoria, alimentada por las dificultades económicas y el anhelo de una vida mejor, significa una coyuntura crítica para Cuba. A medida que miles de personas continúen marchándose en busca de estabilidad y prosperidad, las ramificaciones para la isla y su futuro son profundas y de largo alcance.
Mary Anastasia O’Grady: “¿Por qué Cuba debe estar en la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo?”
Por Isabel Díaz
The Wall Street Journal: “La Habana tiene alianzas con Rusia, China e Irán y una red de espionaje en EE. UU.”