Rafael Bernal: “El gobierno de Biden suaviza las restricciones a la pequeña empresa cubana”

La administración Biden anunció el martes una serie de medidas para permitir a las pequeñas empresas independientes en Cuba el acceso al sistema financiero estadounidense y a ciertos servicios basados en Internet, en medio de una profunda crisis económica en la isla.

Rafael Bernal escribe en The Hill que la relajación selectiva de las sanciones se produce días después de un altercado por una visita de funcionarios cubanos al Aeropuerto Internacional de Miami y semanas después de que Estados Unidos retirara a Cuba de una lista de países que no cooperan plenamente contra el terrorismo, aunque dejó a la isla en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.

“Creemos que el crecimiento de un sector privado empresarial independiente en Cuba está plenamente alineado con nuestros valores y es la mejor esperanza para generar desarrollo económico y empleo en Cuba”, dijo el martes a la prensa un alto funcionario de la Administración.

En virtud de las nuevas normas aplicadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro, las pequeñas empresas cubanas podrán acceder a videoconferencias, redes sociales, mapas y otros servicios en línea. Las entidades con sede en EE.UU. también podrán proporcionar servicios basados en la nube a estas empresas.

La OFAC está ampliando la definición de “trabajador por cuenta propia” en Cuba para incluir al “empresario independiente del sector privado”, lo que permitirá que más empresas se beneficien de la reducción de las sanciones, explica Bernal. Sólo las empresas, cooperativas y empresas unipersonales de hasta 100 empleados, sin socios que sean funcionarios del gobierno o miembros del Partido Comunista, se incluirán en el programa.

Estas empresas tendrán acceso a cuentas bancarias y plataformas de pago estadounidenses, incluso para transacciones de “giro en U”, es decir, operaciones a través del sistema financiero estadounidense en las que ninguna de las partes está bajo jurisdicción estadounidense.

Funcionarios de la Administración dijeron que las medidas tienen por objeto aliviar el sufrimiento económico y la migración que se ha derivado de él. “Sabemos que la economía cubana se encuentra en una situación desesperada debido a la escasez recurrente de combustible, electricidad y, cada vez más, incluso alimentos. Está claro que el experimento comunista de Cuba ha fracasado; el gobierno ya no es capaz de cubrir las necesidades más básicas de sus ciudadanos. En un país donde no hay elecciones libres, los cubanos están votando con los pies, incluso utilizando peligrosas rutas migratorias irregulares”, declaró un funcionario de la administración.

Sin embargo, es poco probable que las medidas tengan un efecto significativo en el turismo, reflexiona Bernal, una industria clave gravemente afectada por la inclusión de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. Esta designación complica los viajes de los visitantes europeos que desean mantener su exención de visado estadounidense.

Las autoridades cubanas criticaron las designaciones estadounidenses. “Reconocer que un país coopera con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos, y al mismo tiempo acusarlo sin pruebas de patrocinar el terrorismo, parece una contradicción y lo es. La única explicación puede encontrarse en la forma arbitraria y política en que el Departamento de Estado crea estas listas de calificación”, dijo Carlos Fernández de Cossío, viceministro de Asuntos Exteriores de Cuba, en un correo electrónico enviado a The Hill.

Funcionarios de la administración Biden explicaron que las dos listas responden a procesos internos diferentes. El Departamento de Estado lleva a cabo una revisión anual para la lista de cooperación, mientras que la lista de patrocinio está determinada por “criterios estatutarios” establecidos por una revisión ad-hoc. Los funcionarios declinaron proporcionar información actualizada sobre la revisión de la presencia de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.

Retirar a Cuba de esta lista ha sido la principal prioridad del gobierno cubano en sus relaciones con la administración Biden. Cuba fue añadida a la lista en los últimos días de la administración Trump, obligando a la administración entrante de Biden a elegir entre mantener la presión económica sobre la isla y potencialmente estimular la migración o tomar una medida pública significativa que podría ser vista como un apoyo al régimen comunista.

La administración Biden ha adoptado un enfoque cauteloso, colaborando con Cuba en asuntos bilaterales rutinarios y evitando medidas importantes, como retirarla de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. Sin embargo, este enfoque ha suscitado las críticas de los republicanos, sostiene Bernal. La semana pasada, una visita de funcionarios cubanos al aeropuerto internacional de Miami suscitó duras críticas de los senadores por Florida Marco Rubio y Rick Scott y de los representantes Mario Díaz-Balart y María Elvira Salazar, que expresaron sus quejas en una carta dirigida al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y al administrador de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA), David Pekoske.

Los funcionarios cubanos insistieron en que la visita era rutinaria y recíproca, parte de la cooperación bilateral en materia de aviación civil. “La visita al aeropuerto forma parte de la cooperación bilateral existente orientada a garantizar que el tráfico aéreo entre ambos países sea seguro y acorde con las regulaciones internacionales. Es conocido que el aeropuerto de Miami es la fuente de mayor tráfico hacia Cuba desde Estados Unidos y que la mayoría de los vuelos de Cuba a Estados Unidos se dirigen a Miami”, dijo Carlos Fernández de Cossío, al señalar que funcionarios estadounidenses visitaron cinco aeropuertos cubanos en enero y febrero de 2023 como parte del mismo programa.





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