El Comité Olímpico de Cuba exigió el martes la expulsión del ciudadano Fernando Jorge, campeón de piragüismo de velocidad, del equipo de refugiados que participa en los Juegos Olímpicos de París.
Jorge, que huyó de la isla comunista hace dos años a Estados Unidos, ganó una medalla de oro en Toyko 2020 para Cuba.
Es uno de los dos cubanos en el equipo de refugiados del Comité Olímpico Internacional (COI), que ha incluido a ciudadanos de la nación por primera vez desde que compitió en Río en 2016.
El COC en un comunicado publicado en medios locales exigió “la expulsión inmediata del mencionado atleta de los Juegos Olímpicos de París 2024.”
Según el comunicado, Jorge, de 25 años, violó “las normas que rigen el Movimiento Olímpico Internacional” al hacer “declaraciones políticas irrespetuosas y falsas contra su país, su pueblo y el movimiento deportivo que le permitió ser campeón olímpico en Tokio-2020.”
El COC también denunció la decisión de incluir a cubanos en el equipo de refugiados, a pesar de que el COI reconoce “que ninguno de estos atletas … son desarraigados por la guerra o perseguidos.”
“Esto confirma las preocupaciones de Cuba sobre la verdadera motivación política de la inclusión de atletas de origen cubano” en el equipo de refugiados, decía el comunicado.
El COC dijo que el objetivo era “atacar la imagen del movimiento deportivo cubano”.
El equipo olímpico de refugiados incluye a 36 atletas de 12 países. El otro ciudadano cubano es el levantador de pesas Ramiro Mora, que reside en Gran Bretaña.
Las sombrías circunstancias económicas de Cuba han empujado a un cinco por ciento de la población a huir en los últimos años, muchos a Estados Unidos.
En una entrevista reciente con AFP en Florida, donde se entrena, Jorge describió cómo “desertó” durante un campo de entrenamiento en Ciudad de México en marzo de 2022.
Cruzó sigilosamente la frontera con Estados Unidos con un compañero tras una odisea de 15 días en la que se esforzaron por pasar desapercibidos y evitar ser secuestrados para pedir un rescate.
Cuando intentaba cruzar el peligroso Río Grande, oyó los gritos de una mujer en apuros y saltó para salvarla.
“Le dije: ‘Vamos, lo conseguiremos’”, recuerda.
A pesar de sus actos heroicos y de su oro olímpico, fue tratado como cualquier otra persona que entrara en el país sin papeles.
Sin embargo, su solicitud de asilo fue concedida y, tras una larga espera, fue aceptado en el Equipo Olímpico de Refugiados.
“Estaba que estallaba de felicidad”, dijo Jorge. “Voy a representar a esta bandera con mucho orgullo”.
* Artículo original: “Cuba demands expulsion of canoeist from Olympic refugee team”. Traducción: ‘Hypermedia Magazine’.
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