China y Cuba habrían llegado a un acuerdo encubierto. Según informó Julieta Pelcastre para ‘Diálogo’, “China y Cuba han llegado a un acuerdo por el cual Pekín instalará una nueva base de espionaje electrónico en territorio cubano que interceptará comunicaciones de todo tipo”. A cambio de este activo estratégico, Pekín está compensando a La Habana con miles de millones, un hecho confirmado por ‘The Wall Street Journal’.
Este centro de espionaje, situado a unos 150 kilómetros de Florida, es “estratégicamente importante para obtener información sobre el tráfico marítimo en una región con numerosas bases militares, así como para vigilar las comunicaciones electrónicas en el sureste de Estados Unidos”, según Pelcastre.
Sin embargo, ambos gobiernos, el chino y el cubano, han rebatido las acusaciones sobre la finalidad de la base de Bejucal. El informe de Pelcastre para Diálogo señala: “Tanto el gobierno cubano como el chino negaron que la base de Bejucal albergue una estación de espionaje”.
A pesar de las negaciones oficiales, se han realizado observaciones notables. Un reportero de Reuters fue testigo de indicios de posibles actividades de espionaje, como antenas parabólicas y áreas restringidas de “zona militar” en Bejucal, según informa Pelcastre.
La implicación de los gigantes chinos de las telecomunicaciones Huawei y ZTE ahonda las sospechas. “Según WSJ, funcionarios estadounidenses rastrearon a empleados de las empresas chinas de telecomunicaciones Huawei y ZTE entrando y saliendo de presuntas instalaciones de espionaje chino en Cuba”, escribe Pelcastre. Estas empresas, conocidas por su asequibilidad en los países en desarrollo, podrían poseer tecnología capaz de redirigir información sensible de vuelta a Pekín.
Pelcastre cita a Carlos Sánchez Berzaín, director del Instituto Interamericano para la Democracia, que hace hincapié en las ambiciones globales expansivas de China: “China quiere una contienda por la hegemonía mundial. Sabe que Estados Unidos es la primera potencia mundial. Pekín quiere esa posición”.
La destreza de China en la recopilación de información y sus intenciones ya se han destacado anteriormente. Pelcastre cita la Ley de Inteligencia Nacional de China de 2017, que facilita explícitamente las operaciones de inteligencia del país, mostrando las intenciones inequívocas de Pekín en la escena mundial.
Mirando el panorama más amplio, Pelcastre destaca: “Las empresas chinas controlan cerca de 100 puertos en más de 60 países”. Su influencia sustancial en la región latinoamericana es innegable, desde supuestas bases de espionaje en Argentina hasta el control de satélites en Bolivia y Venezuela.
En sus observaciones finales, Carlos Sánchez Berzaín insiste en la necesidad de que Estados Unidos defina una estrategia de política exterior hacia América Latina, un sentimiento del que se hace eco el reportaje de Pelcastre. Pide a los países latinoamericanos que reafirmen los valores democráticos, una medida necesaria para contrarrestar a las potencias que pretenden desestabilizar la región.
Surge el comercio ilícito de pesos cubanos
En medio de las recientes reformas bancarias de Cuba, surge el comercio ilícito de pesos cubanos (CUP), en respuesta a la escasez de efectivo y las largas colas en los bancos.