Tras varias detenciones de ciudadanos extranjeros, las fuerzas ucranianas han denunciado que muchos de los apresados son estudiantes contratados para participar en la Operación Militar Especial, eufemismo con que el Kremlin nombra la invasión de Ucrania. El Centro de Resistencia, creado por las Fuerzas de Operaciones Especiales, ha arrojado luz sobre esta práctica.
En las inmediaciones de las universidades de Moscú, especialmente en la Universidad Rusa de Amistad de los Pueblos, se ha producido un aumento de los anuncios del servicio militar, dirigidos a la población estudiantil de esa ciudad. De forma engañosa, los coordinadores, encargados de ayudar a los extranjeros a adaptarse y tener éxito académico, presentan sutilmente a estas personas las ventajas económicas que ofrecen los servicios armados de las fuerzas de ocupación.
El Centro de Resistencia destaca entre las tácticas de reclutamiento, la de identificar a quienes se encuentran en una situación económica desesperada o necesitan urgentemente fondos sustanciales (para la matrícula, gastos médicos, etc.) y dirigirlos a las oficinas locales de reclutamiento militar. En otros casos más alarmantes, se roba a estos estudiantes para infundirles un sentimiento de desesperación, seguido de amenazas de deportación como medio de coacción.
Además, las agencias de inteligencia rusas están utilizando redes sociales como YouTube y Tik-Tok para publicar anuncios selectivos, atrayendo a ciudadanos extranjeros con la promesa de obtener beneficios económicos a través de contratos con el Ministerio de Defensa ruso.
La preparación de estos reclutas extranjeros se lleva a cabo en el centro de formación y metodología para la educación patriótico-militar “Avangard”, una instalación respaldada por los gobiernos de Moscú y de la región de Moscú, junto con el Ministerio de Defensa. Este centro, apadrinado por el gobernante ruso Vladimir Putin e integrado en el extenso parque militarista “Patriot”, tiene como objetivo adoctrinar a los jóvenes en el servicio militar y estatal. También lleva a cabo entrenamiento militar para adolescentes de entre 14 y 17 años, sirviendo de tapadera para entrenar a ciudadanos extranjeros.
Uunos 300 extranjeros, principalmente de China, Nepal, Cuba, Uzbekistán, Egipto, Moldavia y Sri Lanka, reciben entrenamiento en “Avangard”. Dado su limitado dominio de la lengua rusa, a estas personas se les enseñan señales de mano y frases clave, vitales para sus eventuales funciones en las fuerzas de ocupación.
Una vez desplegados en el campo de batalla, estos ciudadanos extranjeros, a menudo tratados con desdén y negligencia por los militares rusos, quedan vulnerables tras la misión, mientras los oficiales rusos se retiran para ponerse a salvo.
A la luz de estas revelaciones, el Centro de Resistencia ha instado a que se difundan advertencias sobre los peligros a los que se enfrentan los extranjeros que aún estudian o planean estudiar en Rusia. También recomiendan que los residentes de los territorios temporalmente ocupados informen a dichos extranjeros sobre la posibilidad de entregarse a las Fuerzas de Defensa, donde se les garantiza un trato adecuado de acuerdo con el derecho internacional humanitario.
La atención internacional también se ha centrado en este asunto, con informes de The Media Line a finales de febrero de 2023 sobre el reclutamiento de mercenarios palestinos y revelaciones posteriores sobre una red clandestina de reclutamiento en Cuba, que han dado lugar a detenciones y declaraciones oficiales.
Los informes de InformNapalm sugieren que los mercenarios cubanos son compensados con 2000 dólares al mes y son desplegados en unidades de primera línea debido al desprecio de los ocupantes por su bienestar. A principios de 2024, Nepal dejó de emitir permisos de trabajo para Rusia y Ucrania tras la muerte de varios mercenarios nepalíes en el ejército ruso. Más recientemente, el Centro de la Resistencia informó de la presencia de mercenarios de Malasia en la región de Donetsk ocupada temporalmente.
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Por Isabel Díaz
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