El viernes, el presidente Donald Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 con un objetivo claro: la banda venezolana Tren de Aragua.
La proclamación de Trump, que no se hizo pública hasta el sábado, ordenaba acelerar la deportación de presuntos miembros de la banda, eliminando su derecho a una audiencia en un tribunal de inmigración. Aunque un juez federal bloqueó la medida, más de 200 migrantes acusados por funcionarios estadounidenses de pertenecer al Tren de Aragua fueron trasladados en avión a una prisión en El Salvador el sábado, una acción que tanto la administración estadounidense como la salvadoreña promocionaron en redes sociales.
“El TDA es una de las bandas terroristas más violentas y despiadadas del planeta. Violan, mutilan y matan por diversión. El TDA es responsable de algunos de los crímenes más atroces cometidos en suelo estadounidense en los últimos años”, afirmó la Casa Blanca en un comunicado.
Sin embargo, los expertos señalan que el Tren de Aragua no representa la amenaza en Estados Unidos que la administración sugiere. Esto es lo que se sabe:
¿Por qué es conocida esta banda?
En febrero, el Departamento de Estado designó al Tren de Aragua, junto con la pandilla MS-13 vinculada a El Salvador, como organizaciones terroristas extranjeras.
El Tren de Aragua es una red descentralizada que no opera como los grupos que suelen considerarse organizaciones terroristas, como los talibanes o al-Qaeda, explicaron los expertos. Su principal líder es Héctor “El Niño” Guerrero, quien sigue prófugo.
“No tienen una causa ideológica. Su único objetivo es el dinero”, afirmó Ronna Rísquez, periodista de investigación y experta en crimen organizado en América Latina. “Si defines el terrorismo como la propagación del miedo, entonces sí. Pero si los comparas con las organizaciones que EE.UU. suele designar como terroristas, hay una gran diferencia”.
¿Cómo identifica EE.UU. a los miembros del Tren de Aragua?
Durante su discurso sobre el Estado de la Unión de este año, Trump citó como ejemplo los asesinatos de dos niños a manos de inmigrantes sospechosos de ser miembros del Tren de Aragua. En su discurso de 2018, durante su primer mandato, también abogó por una política migratoria más estricta al presentar a los padres de dos adolescentes que, según dijo, fueron asesinadas en 2016 por miembros de la MS-13.
A pesar de la atención que recibió la MS-13 ese año, informes del FBI muestran que la cantidad estimada de miembros de la pandilla en EE.UU. no creció y se mantuvo en aproximadamente 10.000 individuos entre 2006 y 2017.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) puede arrestar a un migrante únicamente por sospecha de afiliación a una pandilla, explicó Bill Hing, profesor de Derecho y Estudios Migratorios en la Universidad de San Francisco, quien ha representado a migrantes acusados de pertenecer a bandas.
“Eso no significa que [ICE] vaya a ganar el caso ante un juez de inmigración con esa acusación, pero si la persona es indocumentada, de todas formas será deportada”, dijo Hing.
En 2017, ICE publicó un comunicado en el que detallaba los criterios para vincular a una persona con una pandilla. Las pruebas incluían: la admisión del propio migrante sobre su pertenencia a una banda, condenas por delitos relacionados con actividades pandilleras o si el detenido cumplía con “ciertos otros criterios, como tener tatuajes identificativos de una pandilla específica o ser señalado como miembro de una banda por una fuente confiable”.
“Por lo general, no se necesita mucho más que un tatuaje” para que ICE arreste a alguien sospechoso de afiliación a una pandilla, afirmó Hing.
ICE no ha respondido a solicitudes previas de detalles sobre cómo identifica a los miembros de bandas, aunque reconoció en un comunicado que los tatuajes eran “uno de muchos indicadores” que determinan la pertenencia a una organización criminal.
¿Cómo surgió el Tren de Aragua?
El Tren de Aragua nació dentro de la prisión de Tocorón, en el estado venezolano de Aragua, en medio del auge del sistema criminal de los “pranes”, líderes delictivos que dirigían redes de narcotráfico y secuestro desde la cárcel. Estos jefes comenzaron a colaborar con bandas fuera de prisión, y para 2014 ya se había convertido en un sindicato criminal a nivel nacional.
La banda se expandió en 2017, tras el colapso económico y político de Venezuela, que provocó un éxodo masivo. El Tren de Aragua se involucró en el tráfico de personas y contrabando, extendiéndose más allá de Venezuela y alcanzando Sudamérica, Centroamérica y, en menor medida, Estados Unidos.
¿Cuántos miembros de la banda hay en EE.UU.?
Los expertos que han estudiado el grupo estiman que solo hay unos pocos cientos de personas vinculadas al Tren de Aragua viviendo en Estados Unidos, una cifra muy lejana de los más de 800.000 venezolanos en el país, la mayoría de los cuales tienen protecciones temporales para permanecer. La forma en que el gobierno de EE.UU. identifica a los miembros del Tren de Aragua ha sido objeto de escrutinio por parte de expertos y abogados de inmigración.
Según los especialistas, en la gran mayoría de los casos, los venezolanos y otros migrantes en EE.UU. no son miembros de la banda, sino que huyen precisamente de los crímenes que estas organizaciones cometen en sus países de origen. Datos del sistema de justicia penal estadounidense muestran que los inmigrantes indocumentados cometen delitos a una tasa menor que los ciudadanos estadounidenses. Además, EE.UU. tiene un historial de realizar arrestos por sospecha de afiliación a pandillas con pruebas endebles, señalaron los expertos.
¿Los migrantes enviados a Guantánamo son miembros del Tren de Aragua?
La administración Trump afirmó que los migrantes trasladados a la Base Naval de la Bahía de Guantánamo —un sitio conocido por denuncias de tortura y otras violaciones de derechos humanos contra sospechosos de los atentados del 11 de septiembre de 2001— estaban entre “lo peor de lo peor”.
El Departamento de Seguridad Nacional aseguró que los 10 migrantes que llegaron en el primer vuelo a Guantánamo, el 4 de febrero, eran miembros del Tren de Aragua.
Sin embargo, una investigación de The Washington Post sobre tres de esos migrantes no encontró vínculos sustanciales con la banda. De los seis migrantes enviados a Guantánamo, casi todos tenían tatuajes que despertaron las sospechas de las autoridades migratorias, según contaron sus familiares al periódico. Además, las familias de dos de ellos creen que fueron señalados simplemente por ser del Estado de Aragua.
Diuvar Uzcátegui fue uno de los migrantes enviados a Guantánamo. La oficina de ICE en El Paso publicó un comunicado sobre su arresto el 3 de febrero, calificándolo a él y a otro migrante como “asociados activos de la organización criminal transnacional Tren de Aragua”.
Uzcátegui tiene varios tatuajes, entre ellos uno de una pantera y otro de una rosa. También es originario de Santa Rita, en el estado de Aragua. Sin embargo, tras entrevistar a él, a sus amigos y familiares, y revisar expedientes judiciales, The Post no encontró evidencia de que Uzcátegui sea miembro del Tren de Aragua ni de que haya cometido algún delito más allá de cruzar la frontera ilegalmente.
En una entrevista con The Post, Uzcátegui relató que, durante su detención en la prisión de Guantánamo, pasó días enteros en una celda sin ventanas y sin acceso al exterior. Dijo que lo obligaban a desnudarse para registros invasivos cada vez que salía y volvía a su celda, y describió intentos de suicidio entre otros detenidos.
“No me trataron como un ser humano”, afirmó. “No soy un terrorista… No soy un criminal. Mi historial está limpio”.
ICE no proporcionó más detalles sobre los factores considerados para determinar si Uzcátegui era miembro del Tren de Aragua.
El 20 de febrero, él y otros 176 migrantes venezolanos fueron deportados de Guantánamo de regreso a Venezuela.
Poco después, la administración Trump trasladó a un nuevo grupo de migrantes a la base naval.
* Artículo original: “What is Tren de Aragua, the Venezuelan gang targeted by Trump?”. Traducción: ‘Hypermedia Magazine’.
* Maria Luisa Paúl contribuyó a este informe.

La verdadera historia de la libertad de expresión: de ideal supremo a arma política
Por Fara Dabhoiwala
La doctrina de 300 años está siendo puesta a prueba por los excesos de los oligarcas digitales.