El sitio web independiente El Toque surgió en Cuba durante el período de relativa apertura que rodeó la visita a la isla en 2016 del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante la cual se reunió con el líder cubano Raúl Castro. Pero las crecientes tensiones con la administración Trump, el traspaso de poder a un nuevo presidente, Miguel Díaz-Canel, en 2019, la pandemia de COVID y un movimiento de protesta que sacó a miles de personas a las calles dieron paso a una ola de represión que obligó a toda su plantilla de veinte personas a exiliarse.
Ahora parece que la represión cubana ha seguido al editor José Jasán Nieves Cárdenas hasta Estados Unidos. El 21 de junio, Nieves, que vive en Miami con su familia, recibió un mensaje de WhatsApp de un número desconocido. “Hemos intentado contactar con vosotros de todas las formas posibles, pero nos habéis rechazado”, decía el mensaje. “Ahora tendremos que ir a buscarte personalmente, y sabemos exactamente dónde encontrarte”. El mensaje iba acompañado de una foto y un vídeo que mostraban el exterior de su casa.
Nieves sospecha de la Seguridad del Estado cubano, porque antes había recibido una serie de mensajes amenazantes en su WhatsApp de “Mabel” y “Franco”, que son los nombres utilizados por los agentes de policía que le interrogaron en varias ocasiones cuando aún estaba en Cuba. Nieves afirma que a principios de julio presentó una denuncia ante el FBI, que se encarga de la contrainteligencia en Estados Unidos. (El FBI dijo que “no puede confirmar ni negar ningún contacto en particular ni la posible existencia de una investigación”). También lo ha hecho público, al revelar la amenaza por primera vez a CJR.
Amenazar a un periodista independiente en Estados Unidos representaría una grave escalada por parte de la Inteligencia cubana, si se confirma. (El gobierno cubano no respondió a las solicitudes de comentarios hechas a su embajada en Washington, DC, y a su misión de la ONU en Nueva York). Pero desgraciadamente la experiencia de Nieves no es única.
En 2023, el FBI acusó a tres hombres en relación con un complot de asesinato a sueldo vinculado a Irán. La periodista de la VOA Masih Alinejad se identificó como el objetivo. Un informe de Freedom House de 2023 señalaba a China, Arabia Saudí, Egipto y Ruanda como países que han atacado a activistas, periodistas y otras personas en Estados Unidos, como parte de un fenómeno global. Rusia, por su parte, ha acusado a periodistas afincados en Estados Unidos de “difundir información falsa”, entre ellos mis colegas de la Escuela de Periodismo Newmark, la profesora Masha Gessen y el becario de Libertad de Prensa Mikhail Zygar.
Cuando Nieves se convirtió en el editor en jefe de El Toque, en 2017, su objetivo era crear una organización de noticias profesional para ocupar el espacio entre la propaganda del Estado y los medios de comunicación de la oposición, que han desafiado abiertamente la legitimidad del gobernante Partido Comunista. Pero a medida que aumentaba la represión, incluida la represión del movimiento de San Isidro liderado por artistas en 2020, Nieves cambió de rumbo. “Teníamos que resistir”, explicó Nieves. “El reto era cómo hacerlo sin violar los principios y normas del periodismo. No somos activistas, pero acompañábamos a los activistas”.
Cuando su personal se vio obligado a huir de la isla —hoy los reporteros de El Toque residen en diez países, desde España hasta México— Nieves desarrolló una red clandestina de reporteros que aún utiliza para cubrir los acontecimientos en la isla. Pero lo que ha distinguido a El Toque es su cobertura de temas económicos.
Ha provocado la ira de las autoridades cubanas, en parte debido a su papel único a la hora de informar diariamente al público cubano sobre el tipo de cambio de los dólares estadounidenses en el mercado negro, una información vital que el gobierno trata de ocultar a sus ciudadanos.
Desde hace décadas, la economía cubana gira en torno al acceso a los dólares —y en menor medida a los euros— necesarios para comprar alimentos, pagar la atención médica y viajar al extranjero. Las familias que reciben remesas de sus parientes en Estados Unidos viven una existencia privilegiada en comparación, por ejemplo, con un médico cubano, que puede ganar el equivalente a unos pocos dólares al mes. Las enormes desigualdades creadas por este sistema han supuesto un enorme reto político para un régimen cuya legitimidad se deriva de su capacidad para satisfacer las necesidades básicas de todos sus ciudadanos de forma equitativa.
El gobierno cubano fija el tipo de cambio oficial —actualmente en torno a 120 pesos por dólar para los particulares— e impone estrictos requisitos para el acceso a las divisas fuertes. Pero esta política restrictiva no ha hecho sino aumentar la dependencia del mercado negro, donde se negocia el tipo de cambio, a menudo a través de aplicaciones de mensajería.
Trabajando con un informático y utilizando IA para rastrear las aplicaciones, El Toque es capaz de determinar los tipos de cambio vigentes en el mercado negro, que publica en la portada de su sitio web. Actualmente se calcula en 340 pesos por dólar, casi tres veces la cotización oficial. La cifra de El Toquees utilizada por los negocios, desde taxis a restaurantes, para fijar el tipo de cambio. Los cientos de miles de cubanos que se han exiliado en los últimos años, llevándose consigo los ahorros de toda una vida, también necesitan tener acceso a los dólares.
El gobierno cubano ha reaccionado con furia. Ha intentado desbaratar el algoritmo de IA inundando los tablones de anuncios con información falsa sobre el tipo de cambio. Nieves afirma que la herramienta puede detectar y eliminar este ruido. El gobierno cubano también ha atacado a Nieves de forma más personal, denunciándolo en los medios de comunicación respaldados por el gobierno como un agente de la CIA y un especulador que intenta manipular el tipo de cambio para su beneficio personal.
Nieves rechaza esos ataques: dice que El Toque sobrevive modestamente con subvenciones de gobiernos y fundaciones y con una publicidad limitada. Pero no puede descartar la última amenaza.
“Confirma lo que ya sabíamos”, explica Nieves. “El régimen cubano tiene espías en nuestra comunidad. Creo que su objetivo es infundir miedo. El único recurso es esperar que no sean capaces de hacer algo más. Pero no puedo pensar sólo en mí, tengo que pensar en mi familia, en mis dos hijos pequeños y en mi mujer. Creo que parte de la estrategia de estos gobiernos autoritarios es hacernos parecer paranoicos, como si nos hiciéramos las víctimas”.
De hecho, la represión transnacional es real, y es una táctica a la que recurren los gobiernos autoritarios cuando obligar a los periodistas a exiliarse no consigue silenciarlos. También es la razón por la que defender los derechos de periodistas como Nieves es tan esencial para garantizar que quienes viven en sociedades reprimidas de todo el mundo sigan estando informados.
Joel Simon es el director fundador de la Iniciativa para la Protección del Periodismo en la Escuela de Periodismo Craig Newmark.
* Artículo original: “An exiled Cuban journalist finds threats now cross borders”. Traducción: ‘Hypermedia Magazine’.
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“Odette Alonso Yodú, Gleyvis Coro Montanet y Legna Rodríguez Iglesias. Tres mujeres. Cubanas. Poetas. Emigradas. Grandes. Sabias”.