Mientras el mundo se enfrenta a una crisis climática en evolución, septiembre de 2023 ha sido testigo del aumento de temperatura más significativo jamás registrado. El inesperado aumento de las temperaturas globales este último mes ha dejado a los científicos alarmados.
Sucesión de los meses más calurosos
El récord de septiembre sigue a meses anteriores de calor sin precedentes. Tanto agosto como julio de este año batieron sus propios récords, y julio se anotó como el mes más caluroso jamás documentado en la historia. Esta subida incesante de las temperaturas ha intensificado las olas de calor y ha avivado los incendios forestales a escala mundial.
Para que nos hagamos una idea, en septiembre de 2023 se batió el récord de septiembre anterior con la asombrosa cifra de 0,5 ºC, lo que supone el salto más significativo en las temperaturas registradas. En comparación con los niveles preindustriales, septiembre fue 1,8 °C más cálido. Los datos obtenidos en colaboración por científicos europeos y japoneses han confirmado este repentino aumento.
Una confluencia de factores: Emisiones de carbono y El Niño
La causa de este drástico cambio en las temperaturas globales se remonta a dos factores principales. En primer lugar, el continuo aumento de las emisiones de dióxido de carbono está elevando la temperatura de referencia. En segundo lugar, la inesperada y rápida aparición de El Niño, un fenómeno climático natural, ha agravado los efectos.
El Niño, un fenómeno que libera calor de los océanos y eleva las temperaturas globales, ha hecho acto de presencia tras un paréntesis de tres años dominado por La Niña. La Niña tiene el efecto contrario, arrastra el calor hacia el océano y reduce ligeramente las temperaturas globales.
Las predicciones ya apuntan a que 2023 será el año más caluroso jamás registrado, y 2024 podría superar incluso este asombroso hito, sobre todo porque los efectos del calor de El Niño se dejan sentir predominantemente un año después de su inicio.
Impacto global y llamada a la acción
Países de todo el mundo sintieron las abrasadoras repercusiones. Se batieron récords en naciones como Francia, Alemania y Polonia. En el hemisferio sur, Australia sufrió graves aberraciones climáticas. Joelle Gergis, célebre climatóloga y escritora, describió un panorama desolador: “Las observaciones del clima de Australia en septiembre son estremecedoras. El verano va a ser brutal”.
Otros factores menores que contribuyen a este repunte son el aumento del ciclo solar de 11 años, la reducción de las emisiones de azufre que bloquean el sol y una erupción volcánica en Tonga.
En agosto, un consorcio mundial de 45 científicos del clima se reunió para debatir el incesante aumento de las temperaturas. Coincidieron en que, aunque estos cambios pudieran parecer bruscos, eran coherentes con tres décadas de previsiones científicas. Sin embargo, la rapidez y la intensidad de estos cambios han sorprendido incluso a los científicos más experimentados.
Las advertencias han sido evidentes. A sólo dos meses de la conferencia de la ONU sobre el clima, Cop28, la necesidad de una acción climática decisiva se ha vuelto primordial. Samantha Burgess, del Servicio de Cambio Climático Copérnico de la UE, subrayó la gravedad de la situación: “El sentido de urgencia para una acción climática ambiciosa nunca ha sido más crítico”.
Clientelismo, patronalismo y orden social: El caso de Ucrania (I)
El clientelismo es un orden social que “resuelve el problema de la violenciaconcediendo a las élites políticas un control privilegiado sobre zonas de la economía, obteniendo cada una de ellas una parte de las rentas”.
