Presentación 6/12 del #tallercomplementario con estudiantes de arte: un ejercicio tipo encuesta sobre algunas aristas de la trama formativa. Esta vez he seleccionado a Lauren Mederos Díaz.
La enseñanza artística promueve el canje de ideas como lógica de asesoramiento. ¿Qué hay con someter a crítica tus propuestas?
El espacio de crítica es de conocida complejidad, y supone parte del proceso creativo. Exponer transparentemente la propuesta ante un círculo de debate obliga a tomar distancia, a adquirir conciencia, a desvestir sin contemplaciones. Te permite la recepción de información y el intercambio de opiniones. No se develan verdades absolutas u objetivas, pero ciertamente se convierte en un momento de diálogo, orientación y movilización de ideas.
En mi opinión, este proceso es prolongado: no se limita al espacio de tiempo donde se provoca el debate grupal para llegar a la comprensión profunda de la obra, sino que te acompaña constantemente. Si bien puede considerarse incluso angustiante en muchos aspectos, es fundamental que se manifieste en cada análisis personal, en cada momento de trabajo, evolucionando en un cuestionamiento individual continuo.
Lauren Mederos Díaz, Proyecto PHILIA, 2020.
Se especula sobre mayor vulnerabilidad del alumnado al plagio. ¿Es algo que tengas en cuenta?
El plagio, en el sentido estricto del término, es un tema polémico y sus matices pueden llegar a desdibujarse en dependencia del contexto. Si nos acercamos a la realidad actual del alumnado cubano en la enseñanza artística, específicamente en las Artes Visuales, es evidente que la creciente saturación de información tienta en ocasiones a obviar o a reducir el proceso investigativo, analítico y visual que requiere el desarrollo de una obra. Sin embargo, no creo que este u otros desencadenantes, como el propio desconocimiento, justifiquen la adjudicación de una propuesta para beneficio propio, expropiando a su creador de los derechos de autoría.
Por supuesto, en nuestros días la originalidad es casi utópica, tomando en cuenta que se contempla desde el apropiacionismo para crear una obra derivada, hasta la acción del plagio consciente que se convierte en la propia obra. Los límites son volubles y la percepción es relativa.
En mi opinión, la vulnerabilidad no ha sido exclusiva de una época específica: no ha dejado de estar presente en ninguna generación de creadores, en formación o ya formados. La diferencia se encuentra en cómo se recepciona y se transmuta la información, hasta que se logran ensamblar sus características con las inquietudes y técnicas individuales de cada artista, para devenir en un resultado único, amén de los rasgos compartidos.
Lauren Mederos Díaz (Matanzas, 2000).
¿Te interesa comentar algún proyecto de obra, o exposición? ¿Dónde te gustaría mostrarlo? ¿Qué repercusión esperas?
Actualmente me encuentro en el proceso de preparación de un proyecto de exposición personal que espero poder llevar a cabo este año. El lugar previsto es la galería Juan Francisco Elso, en el Pabellón Cuba. Pretendo indagar en el extrañamiento, y para ello retomo una investigación que he sostenido en diferentes etapas y niveles de visualidad.
A grandes rasgos, la reciente producción se concibe sobre la designación reservada a la atracción, que en su sentido más profundo deviene en cierta oscuridad. Se conjugan la forma enigmática que induce percepciones de carácter repulsivo y la vez atrayente, la reiteración en la textura, el entramado de las líneas, el hoyo en su profundidad, la provocación sutil y la sicalíptica. La manipulación directa sobre el objeto, sin alterar sus esencias naturales, se convierte en la vía para la estimulación inconsciente, una oda a la forma.
#tallercomplementario con Brenda Cabrera Rodríguez
“Hemos tenido el apoyo de emprendedores y amigos que nos han ayudado de muchas formas, pero aún quedan muchos pasos por dar, y muchas trabas que superar a nivel económico y burocrático. Lo más importante es no parar de producir, y pensar en alternativas para lanzar y desarrollar cada proyecto”.
