#reinicioenfrío con Leonardo Luis Roque

Día 1/10 del #reinicioenfrío con jóvenes artistas: un intercambio puntual sobre sus operatorias. Esta vez he seleccionado a Leonardo Luis Roque.




Instalación, video, objeto intervenido, performance y pintura, son algunos de los soportes que figuran en las fichas de tus piezas. ¿Has articulado un denominador común detrás de ese empaque desigual[1]?

Todo mi trabajo es autorreferencial. Esto por supuesto sería una respuesta vaga y evasiva. Yo siempre he sentido que no soy la bestia del pantano (risas); quizás ese sea el porqué de una propuesta en apariencia variada. La necesidad de ensayar cosas, experimentar con diferentes medios y probarme bajo desiguales estados de presión, me seduce un montón.

Hace unos años, en el documental No Direction Home, de Martin Scorsese, escuché al viejo Dylan decir: “Un artista debe tener cuidado de no llegar nunca a un sitio donde piense que ya ha llegado. Siempre tienes que darte cuenta de que estás constantemente en estado de transformación. Y mientras puedas seguir en ese terreno, te irá bien”. 

Aquí la idea es moverte, moverte y moverte. En ese continuo movimiento, en ese ir y venir, eventualmente podrás encontrarte. Yo no entiendo a los creadores que desde temprana edad optan por una fórmula o truco, y de ahí no hay Dios que los saque.

Hoy no sé a dónde me llevará mi trabajo, solo te puedo afirmar que seguirá siendo de empaque desigual. Ojo, esto también podría llegar a ser un problema (risas).


Flavio el preferido de todos, de la serie "Los pintores de la corte", 2018.

Leonardo Luis Roque, Flavio el preferido de todos, de la serie Los pintores de la corte, 2018.


Pintura política (2016-2020) es la serie que te ha proporcionado varios premios en más de una muestra, y aún continúas produciéndola con su invariable de flores y fechas. ¿Pasión pictórica así de visceral, o las ganancias influyen en la apuesta por el óleo?

Siempre recuerdo mi paso por la academia como uno de los desastres más sabrosos de mi adolescencia. Fui un pésimo estudiante, y pintar era para mí un castigo. De hecho, mis colegas me decían Tiranosaurio Rex, por lo de las manitos cortas (risas).

Me gradué en el 2006, no sé cómo, pero me gradué, y a partir de ahí, caprichoso como siempre, me propuse pintar y tratar de hacerlo con mayúsculas. Desde entonces no lo he dejado. En la Universidad de las Artes (ISA) mis colegas me decían pintor. En un sitio extravagante, y en el otro artesano; así son las cosas de la vida. 

Por otro lado, Pintura política intenta ser todo el tiempo un ejercicio pictórico, más allá de lo que proponen sus títulos (fechas al azar, por lo general), algo de lo que no pretendo hablar ahora mismo: qué es político, y qué no es político… Lo que sí te puedo decir es que pintar es un acto 100 % político.

En cuanto a las ventas: no te dejes engañar, todos están paʼ tener balas, el que te diga lo contrario te está tomando el pelo (risas).


Leonardo Luis Roque (Cienfuegos, 1986).

Leonardo Luis Roque (Cienfuegos, 1986).


Por razones consustanciales al ego, no dejan de sorprender las prácticas grupales en el arte. Tuviste esa experiencia con el colectivo Balada Tropical, luego con Sergio Marrero y recientemente con Dj TÓTEM. ¿Cómo funciona compartir autoría?

Compartir autoría siempre será algo “oscuminoso” (oscuro y luminoso). Cada ser es un universo de complejidades oscuminoso: pasiones, caprichos, aberraciones, manifestaciones del cuerpo y la mente. En cada uno de ellos, habitan el bien y el mal. Ahora, ¿qué me toca a mí? Pues salvar ambas cosas y guardármelas. Mi trabajo y mi persona, el artista y el hombre que soy, o creo ser, necesita estar en constante intercambio con los otros, necesita beber y aprender de los otros. No soporto la idea del artista hermético, encerrado en sí. Ufff, esta talla se está poniendo romántica (risas).

Nada, si tuviese que hacerlo de nuevo, mi respuesta sería: ¡Sí! Me equivocaría incontables veces, proveería vida, mataría, gritaría, daría “el berro” una y otra vez. 

Te repito: la experiencia no tiene precio, Eve. El valor de una buena discusión, de una buena lectura, de unos buenos alcoholes y unos buenos temas, qué te puedo decir…, eso no tiene precio, Eve. 

Y a esto súmale: el hombre es el único animal que tropieza una y mil veces con la misma roca (risas).




Nota:
[1] Que valga el uso de este adjetivo como alusión a la reconocida empresa Desigual, cuyo sello son los diseños con estampados, retazar, colores vivos y la incorporación de grafitis. Conocida también por sus campañas publicitarias, incitadoras de un estilo de vida que provoque el “qué dirán”.




Ofill Echevarría en la grieta de la multitud - Ricardo Alberto Pérez

Ofill Echevarría en la grieta de la multitud

Ricardo Alberto Pérez

Durante las últimas décadas, las multitudes han venido construyendo, de forma paradójica, una metáfora visible de la soledadOfill Echevarría ha penetrado por esa grieta para explorar, a través de cada pintura, cada fotografía y cada video, este fenómeno que en gran medida testimonia el estado actual de la condición humana.