Jean-Luc Nancy (1940-2021) me ayudó a darle forma y estructura teórica a ciertas intuiciones que ya me rondaban: exilio y existencia comparten el mismo prefijo y se vuelven conceptos hermanos.
Ese presidente no es un presidente
Encargo al presidente la culpa por la desilusión, la tristeza y la pobreza. Porque lo que está haciendo es matar a un pueblo en silencio. Y esas muertes serán las suyas, por ser quien representa toda la situación en la que se sume el país.
Pero, ¿cómo me respeta un delfín?
Cada año se documentan alrededor de 14 casos de agresión sexual de delfines hacia los humanos, en Estados Unidos. Hay videos, incluso, de delfines agrediendo a humanos. Se puede observar como tienen el pene erecto y tratan de montar a buzos.
Cuando comenzó este siglo y éramos optimistas
Yo nunca he publicado un libro en Cuba. Pero me pregunto si existe mucha diferencia entre publicar y no publicar allá. Nunca he visto una edición cubana en otra librería que no sea en una librería de Cuba. Esto no es una crítica. Quizás me gusta la idea de un libro que solo puedo encontrar en un lugar determinado.
Trigésimo primer manifiesto y recursividad: un texto sobre la respiración
Empecé mis treinta años en medio de la pandemia: mayo del 2020. Este sábado cumplo treinta y uno. Este es mi trigésimo primer manifiesto, donde confieso que dentro de la intranquilidad, el miedo y el nerviosismo, he encontrado una especie de tranquilidad. Felicidades, Amanda, en tu día.
Esto no se llama “A veces está bien sentir lástima por uno mismo”
Las páginas de envío a Cuba son un ejemplo de cómo las cosas allá han sido diseñadas para permanecer en un círculo vicioso que ni el 27N, ni San Isidro, ni los aislados y mediáticos intentos de protestas van a cambiar. Nadie está dispuesto a enfrentarse a un cambio marcado por la extrema escasez.
Anatomía del (des)arraigo
Me salen piernas en el Banato rumano que describe Herta Müller. Me salen piernas en las tiendas de blusones largos, típicas de California. Me salen piernas en Shanghái y se afincan en aquel hotel chino donde estuve por un mes y que luego fusioné en mi cabeza con aquellos que describe Ted Chiang en algunos de sus cuentos…
Tríptico de cuatro: la vergüenza
¿Mis lectores me concebirán como un gnomo coreano? ¿Mi filosofía será la de un gnomo coreano? ¿Acaso una filósofa puede dedicarse a materializar el absurdo y la banalidad sin que la miren mal? ¿Acaso podría ser vergonzoso? ¿Podría ser vergonzoso para ti, Amanda? ¿La vergüenza te excita?
El arte de banalizar la fe
¿Quieres saber qué hará el Jugo Moschcovita Secreto Ruso por ti? Este producto era, definitivamente, un cuento de Ted Chiang: un mix de ciencia ficción, distopías comunistas, personas raras y juguitos energizantes. Me gusta Ted Chiang. Soy fan. Pero no me gusta el agua. Con o sin juguito.