Juan Abreu trae a la política española un liberalismo antifofo, una escritura fértil, lúbrica y bienhumorada, un nuevo género erótico y el derecho a ofender y a ser ofendidos.
Juan Abreu trae a la política española un liberalismo antifofo, una escritura fértil, lúbrica y bienhumorada, un nuevo género erótico y el derecho a ofender y a ser ofendidos.