Desde el comienzo de este milenio, la Bienal es solo un nombre: se hace cada tres años o más, según dicten los títeres subordinados al Consejo de Estado y a sus manos “ocultas”, hoy visibles.
Ante el desorden de las cosas
Un día que no estábamos trabajando en el lugar, enviaron una “brigada de respuesta rápida” que intentó romper las piezas de Ezequiel Suárez y cubrieron parcialmente con pintura la intervención de Hamlet, tildada de “contrarrevolucionaria”.
Un mal presidente
La sociedad cubana, expresada en quienes están saliendo a las calles, defiende la necesidad de un cambio; un cambio es una renovación; una renovación es una revolución.