Con el estereotipo público de “contrarrevolucionario” se han destruido millares de familias, historias-proyectos personales y miembros valiosos del tejido de la sociedad civil cubana.
Con el estereotipo público de “contrarrevolucionario” se han destruido millares de familias, historias-proyectos personales y miembros valiosos del tejido de la sociedad civil cubana.