Como colectivo, estábamos solos en las manos abismales de la infinitud. El cosmos no formaba parte del castrismo. Y eso, sin saberlo, constituía un alivio existencial.
Flacostalgia: aprendiendo a morir
Flaco era un águila-búho eurasiática. En definitiva, una de aquellas lechuzas de nuestra infancia televisada. Su signo era Piscis.
El semicírculo y el cartabón (carta de amor al cubano desaparecido)
A golpes de semicírculo y cartabón, destruir había sido un placer matemático. Geometría de la represión, reflejada en las sonrisas sin espanto de nuestros padres.
Del Quijote y otros quizás
Se equivocaba Santiago Feliú, se equivocaba. Aquel Quijote comunista no iría a parar a ninguna parte.
Jenni se ha quedado muy sola
Jenni diciéndole a Oliver una frase nocturna cuyo significado a ellos mismos se les escapaba: ‘Love means never having to say you’re sorry’.
El error Martí
Martí nos puso a financiar una Guerra Santa llamada la Independencia, sublimando la historia del horror y trasquilando la barbarie en belleza.
Selfie con el bebé de Batista
El fascismo entre los cubanos no es nada particularmente malo. Por el contrario, se nos da bastante bien y lo entendemos mucho mejor que a la democracia.
Cuba era tu casa
En la pantalla de mi televisor, la pizarra humana parecía respirar, sincronizada o con desfasajes, mucho mejor que cualquier animación actual.
Singar, un acto humano para la libertad
Como un mirarse de frente. Como un cuidarnos la espalda. Como un tocarse a dúo desde la pura presencia humana.
La Alemania nazi no existe, mi amor
Para los represores cubanos no es suficiente con que la gente trate al KKK y al Führer como si de brujas ninfómanas y hombres-lobos se tratara.