A mí nadie me dijo que iba a trabajar en una favela de Caracas. Porque eso que llamaban “la comunidad” era un suburbio con calles de tierra, perros sarnosos, niños descalzos y tipos con aspecto de asesinos.
El antónimo de isla
“La memoria de mi espacio existencial siempre ha estado habitada por la palabra yuma. Es el santo y seña cuyos sentidos solo los cubanos conocen. Y resulta paradójico que sea un término que designa ‘lo extranjero’, uno de nuestros más indelebles sellos de identidad lingüística”.