Espacios malditos: La UCI

Cuando pienso en donde está emplazada la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), me invade un sentimiento de zozobra.

Hay una energía telúrica en el entramado que resulta inquebrantable. Es casi una mazmorra, una ciudad dormitorio como Alamar. A todos los efectos, una ciudadela confinada. Increíblemente, sus 392 hectáreas están arraigadas a una historia geobiológica inflamable, a mitos y leyendas urbanas que vaticinan su condición de cuartelillo hostil.

Ubicada al suroeste de la capital, aproximadamente a 32 km del centro político-administrativo, subyace en sus confines una vibra densa que, paradójicamente, fulmina el brío de aquella estrategia que la vio nacer al calor de la Batalla de Ideas: “convertir cuarteles en escuelas”, como soñó José Martí y dictaminó luego el Programa del Moncada.

Tanto Paolo como yo, somos bastantes prolijos en las creencias esotéricas, de ahí que la fortaleza docente que es la UCI nos parezca algo más que una fábrica militarizada, productora de muchachones informáticos, calificados y altamente comprometidos con las doctrinas fundacionales del proyecto revolucionario.

Resulta que esa percepción no está muy alejada. A juzgar por las funciones primigenias de sus terrenos, en la UCI hay tremenda “osogbera”. Por eso hemos decidido compartir 3 leyendas urbanas que poco se dominan, pero que calan en la configuración de la historia de sus edificaciones, y su entorno en general.

La cosa puede ser creepy y hasta un poco gore. Rogamos nos perdonen por las molestias que puedan ocasionar.


Espacios malditos: La UCI - Lesstúpida Cubana & Paolo De Aguacate

Los quemados del ojo de agua (1929)

Las 29 hectáreas de la actual zona recreativa y deportiva de la UCI fueron, a principios del siglo XX, el paradero de la familia Gutiérrez, los terratenientes más opulentos del territorio. Vivieron en lo que es hoy la Casa Estudiantil para la recreación. Una casona de dos plantas cubierta de madera y tejas, restaurada posteriormente para su utilización como área de protocolo, en la planta baja, y área de juegos, en la planta alta.

La fortuna de los Gutiérrez estuvo favorecida por la tenencia de un ojo de agua (manantial natural), ubicado en las proximidades de la actual piscina de la UCI. Poseerlo fructificaba sus cosechas todo el año y beneficiaba, además, su negocio principal: la producción y comercialización de vino de arroz. Al ubicarse en los designios de su territorio, no se preocuparon por legalizar la tenencia del manantial; no existía entonces un documento que les adjudicara ese derecho. Durante casi 30 años, los Gutiérrez fueron la única familia establecida en la comarca. No tuvieron vecinos hasta la altura del año 1928, cuando otras tres familias se establecieron en la localidad.

Como se sospechaba, los nuevos vecinos decidieron aprovechar el ojo de agua y construir, de la misma forma que los Gutiérrez, su propio negocio para subsistir en la región. Ello desencadenó un enfrentamiento entre las familias por el derecho sobre el caudal. Aquella riña, lamentablemente, terminó en una tea incendiaria provocado por los Gutiérrez, quienes cauterizaron los domicilios de sus vecinos con estos dentro.


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Fratricidio en Torrens (1952)

La actual zona docente de la UCI (25 hectáreas), ubicada a la derecha de la entrada principal y atravesada por el eje vial Norte-Sur (Calle 294), donde actualmente se conciben un total de 10 edificios con capacidad para mil estudiantes cada uno, fue antaño el reformatorio Torrens.

Fundado en 1942 como una cárcel para menores (varones), albergaba niños y adolescentes con un historial delictivo considerable. Se cuenta que empleaban, como pretexto para recluirlos, la enseñanza de un oficio. Sin embargo, se sabe eran destinados al trabajo agrícola forzado y a la cría de animales de corral, en una jornada de diez horas al día.

El trabajo impuesto, la pésima alimentación y los daños psicológicos por la reclusión, provocaron comportamientos hostiles entre los infantes. Uno de los más espeluznantes fue el fratricidio de los huérfanos Valdés, de 14 y 11 años de edad. El mayor, con un pico para trabajar la tierra, apuñaló 11 veces la espalda del menor; este lo había delatado por robar y devorar algunos tomates de la cosecha con la cual cumplirían la norma establecida en su jornada. Justo antes de caer, el hermano menor logró degollar al mayor con un punzón artesanal (hecho con un cepillo dental). Ambos perecieron desangrados en el huerto que hoy ocupa las áreas verdes de la zona docente.


Suicidios en la base militar Lourdes (1964)

En 1964 se establece, en la actual zona residencial (48 hectáreas) de la UCI, el Centro Soviético de Espionaje Radio-Electrónico, a partir de una solicitud de la máxima dirección de la URSS en los tiempos de Guerra Fría. La base militar velaba por el cumplimiento de los acuerdos de desarme nuclear y la reducción de dichas armas.

Probablemente las redes soterradas, remanentes de la base militar, se encuentran aún en las redes de alimentación eléctrica de las aéreas que no demolieron, y se integraron al nuevo entorno de la UCI. El diseño del Plan General también fue compatibilizado con la Defensa, de forma tal que están previstas todas las posiciones defensivas que, según Fidel Castro, requería la zona estudiantil.

Aunque la labor de la base militar culminó en el año 2001, poco se conoce sobre el número de suicidios que tuvieron lugar allí. Se sospecha que alrededor de 7 operadores se suicidaron en sus baños y habitaciones, consternados por las alucinaciones que les suscitaron las ondas radiales: sonidos de movimientos de objetos, voces y otros fenómenos paranormales inexplicables.


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Un guion de terror

No hay archivos que solventen ninguna de estas historias, tal como están descritas aquí. Tampoco hay documentos que las desmientan. Aun así, estas leyendas urbanas no son del todo inverosímiles: las fincas, el reclusorio de Torrens y la base militar Lourdes, concurrieron en esa órbita que hoy es la UCI.

Pudieran considerarse relatos de terror —testificados por antiguos moradores, inventados por nosotros o por alguien más— condimentados con referencias ficcionales al estilo de pavura de las películas hollywoodense basadas en hechos reales. No es esto, necesariamente, un acto de providencia a lo fake news, ni mucho menos un intento retorcido de descrédito a la Universidad Tecnológica. Es lo que es: un ejercicio “copypasta” con tintes ficticios de lo que, a nuestra percepción, pudo haberse fraguado en esos dominios, teniendo en cuenta lo que representa hoy.





Arte digital - Hypermedia Magazine

Diario de un artista digital cubano

Lesstúpida Cubana & Paolo De Aguacate

Esas criaturas que hoy llaman clarias siempre estuvieron ahí, estorbando la creación, intimidando a los creadores. Me decomisaron mis cacharros y hasta me gané una noche en prisión. Todo por ser un artista con computadora, con aparaticos, interesado en los píxeles, en la programación y en los videojuegos.