Introducción
Desde el 24 de febrero de 2022 se está produciendo una escalada a gran escala de la guerra entre Rusia y Ucrania.[1] Desde entonces, Ucrania lucha por su supervivencia y moviliza todos los recursos posibles tanto dentro como fuera del país. Mientras tanto, Rusia oficialmente aún no está en guerra, pero está llevando a cabo una “operación militar especial”, que pretende limitar el efecto de la guerra en la sociedad rusa al mínimo posible. Esta discrepancia entre la forma en que Ucrania y Rusia han estado librando esta guerra constituye el tema central del presente capítulo.
Por lo tanto, pretendo proporcionar una visión comparativa de los aspectos políticos, sociales y sociológicos más amplios de cómo Ucrania y Rusia están luchando en esta guerra. Sin embargo, no se trata de sociología militar; la generalmente escasa disponibilidad de datos sobre las fuerzas tanto rusas como ucranianas, combinada con las consideraciones de seguridad operativa y el aumento del secretismo desde febrero de 2022, hacen que cualquier investigación sociológica militar sea actualmente imposible. Por lo tanto, mientras que el capítulo discute cómo se utilizan las fuerzas armadas a nivel estratégico, y cómo las dos sociedades se relacionan con sus propios ejércitos, apenas puede tocar las relaciones dentro de los propios ejércitos.
Desde el punto de vista metodológico, la disponibilidad general de datos constituye una grave limitación a la hora de realizar investigaciones en profundidad sobre países y sociedades que participan activamente en una guerra total de alta intensidad. La guerra también afecta al contexto jurídico de la accesibilidad de los datos. Al haber declarado Ucrania la ley marcial el 25 de febrero de 2022, una gran cantidad de información ha pasado a ser clasificada, y es difícil verificar cualquier dato oficial publicado por el gobierno o sus instituciones relacionadas. Por la parte rusa, aunque oficialmente el país no está en guerra, desde febrero de 2022 el control sobre los medios de comunicación y las limitaciones a la libertad de expresión han progresado aún más, como se verá en detalle más adelante. En tales circunstancias, acceder a los datos oficiales de cualquiera de los bandos en conflicto y verificarlos se ha vuelto extremadamente complicado, y hay que tener ambiciones realistas sobre hasta qué punto pueden utilizarse los datos oficiales para describir la situación real.
Además, sobre todo cuando se habla de acontecimientos relacionados con el ámbito militar, hay que tener en cuenta el efecto de la “niebla de la guerra”, así como las consideraciones de seguridad operativa de ambas partes contendientes. La desinformación y la propaganda deliberadas llevadas a cabo por las partes beligerantes añaden capas adicionales de complicaciones a esta ya de por sí compleja situación metodológica.[2]
Este capítulo se basa en gran medida en la información proporcionada por terceras partes, o por actores independientes de los bandos enfrentados. En cuanto a las fuentes primarias, se incluyen declaraciones y discursos de funcionarios de terceros países, periodistas, expertos y activistas de ONG, así como material audiovisual producido por reporteros independientes que acceden a las líneas del frente. Sin embargo, la “niebla de la guerra” prevalece y dificulta cualquier análisis en profundidad de la situación militar real. En consecuencia, es necesario observar y tener en cuenta constantemente esta advertencia metodológica derivada de la limitada accesibilidad a información fiable.
En lugar de centrarse en la posición cambiante de las élites en la guerra,[3] este capítulo pretende responder a cómo los Estados ruso y ucraniano están presentando la guerra a sus propias sociedades, y cómo se han esforzado por conseguir que sus sociedades se impliquen o se desvinculen, desde el primer día de la invasión rusa a gran escala. Así pues, se han estudiado en detalle tanto el marco general de la guerra como sus objetivos militares. Otro aspecto muy significativo de la implicación de la sociedad es el fenómeno del voluntariado, es decir, el modo en que los dos Estados confían en los voluntarios para ampliar sus capacidades de combate más allá de las fuerzas armadas regulares.
El capítulo consta de cinco partes principales. Tras una breve introducción, el texto estudia en primer lugar cómo los dos Estados y administraciones combatientes están enmarcando la guerra para sus propios públicos internos. En la segunda parte se compara la forma en que los dirigentes rusos y ucranianos presentan sus objetivos militares a sus respectivas audiencias y cómo han cambiado estos objetivos con el paso del tiempo. A continuación se analiza en detalle el fenómeno del voluntariado, centrándose especialmente en el voluntariado relacionado con el combate. La cuarta parte se centra en cómo los gobiernos ruso y ucraniano intentan internacionalizar la guerra forjando alianzas y cómo presentan esto a sus públicos nacionales. El estudio termina con unas breves conclusiones.[4]
Enmarcar la guerra: “operación militar especial” frente a guerra patriótica
Cuando el presidente ruso Vladímir Putin declaró la guerra de facto a Ucrania,[5] tras la invasión masiva del 24 de febrero de 2022, no declaró la guerra de iure. En su lugar, anunció el lanzamiento de una llamada “operación militar especial”. Al no llamarla guerra, Putin aparentemente pretendía limitar los combates a la tarea exclusiva de las fuerzas armadas rusas, dejando a la opinión pública lo menos afectada posible. Basándose en la información obtenida sobre los planes iniciales de Rusia, Moscú calculó una operación militar corta, del tipo Blitzkrieg, que debía terminar aproximadamente una semana después de su inicio. En otras palabras, el Kremlin enmarcó el ataque como una acción mucho más pequeña y limitada que una guerra, porque en realidad estaba previsto que fuera así.
En consecuencia, no se declaró la ley marcial en Rusia, ni siquiera se anunció una movilización parcial. La economía del país tampoco se puso en pie de guerra. El régimen ruso estaba tan seguro de sí mismo que ni siquiera se molestó en reubicar los aproximadamente 300.000 millones de dólares de reservas de divisas del país depositadas en Occidente, que fueron rápidamente congeladas por las sanciones de la Unión Europea.[6]
Sin embargo, una vez que resultó que el Estado, el ejército y la sociedad ucranianos no se derrumbaron y que, en lugar de una rápida victoria, la guerra se había convertido en una larga y dura lucha, el Kremlin se enfrentó a un importante dilema político sobre el encuadre de la guerra. Por un lado, abandonar la narrativa de la “operación militar especial” y declarar la guerra a Ucrania permitiría a Rusia concentrar muchos más recursos humanos y económicos para la lucha. Los círculos nacionalistas radicales de las élites y la sociedad rusas llevan mucho tiempo exigiéndolo. Por otro lado, declarar abiertamente la guerra significaría también admitir que el Kremlin había calculado gravemente mal el ataque y sus consecuencias. En febrero de 2023, Moscú sigue manteniendo la narrativa de la “operación militar especial”, aunque la movilización parcial ordenada en septiembre de 2022, así como varias medidas adoptadas para reforzar el control estatal sobre la economía,[7] indican que el Kremlin está poniendo gradualmente al país en pie de guerra de facto, a pesar de no llamarla guerra.
Mientras tanto, la narrativa del presidente ruso sobre el papel de Occidente en el conflicto se ha mantenido constante: desde el comienzo de la escalada, Putin ha enmarcado esta guerra como un conflicto entre Rusia y el Occidente colectivo, en particular la OTAN. Ya en su discurso del 24 de febrero de 2022,[8] Putin acusó a Occidente de engañar y embaucar a Rusia al ignorar los intereses de seguridad de Moscú y no cumplir las supuestas promesas de no ampliar la OTAN. Estas afirmaciones fueron reiteradas un año más tarde,[9] complementadas con la acusación de laboratorios biológicos occidentales desplegados en Ucrania, instructores occidentales entrenando a neonazis ucranianos y otra serie de acusaciones. Así pues, después de un año de combates, la formulación oficial del contexto internacional de la guerra no ha hecho sino radicalizarse.
Contrariamente al planteamiento excluyente de Rusia, Ucrania ha enmarcado desde el principio la guerra y la necesidad de defender el país de forma totalmente integradora. En su discurso de la víspera de la invasión, el presidente Volodímir Zelenski hizo un llamamiento a todo el pueblo ucraniano para que se levantara y defendiera la patria; incluso, pidió a los ucranianos que trabajaban en el extranjero que regresaran a casa. Además, el presidente se dirigió también específicamente al pueblo ruso, refutando las acusaciones de que los ucranianos eran nazis o de que Ucrania suponía una amenaza para Rusia.[10] También hizo un llamamiento a la solidaridad de toda la comunidad internacional, y tanto él como sus funcionarios concedieron varias entrevistas a los medios de comunicación internacionales incluso en los primeros días de la guerra, aun cuando su seguridad personal corría peligro.
Otra diferencia que refleja la forma en que el gobierno ucraniano ha enmarcado los acontecimientos es que Kiev introdujo la ley marcial ya el 25 de febrero de 2022, por lo que el país lleva más de un año en estado de guerra. Esto ha permitido al gobierno movilizar a soldados reservistas, prohibir los viajes al extranjero de hombres en edad militar, nacionalizar activos económicos y limitar la libertad de los medios de comunicación y la libertad de expresión, incluida la posibilidad de prohibir los partidos políticos pro-Kremlin.[11] Por tanto, al declarar la ley marcial, el gobierno ucraniano ha incluido, por definición, a toda la sociedad en la guerra, porque la ley marcial afecta muchos aspectos de la vida cotidiana.
Fijación y persecución de los objetivos de guerra: estrategia ofensiva frente a estrategia defensiva
En su ya mencionado discurso al inicio de la invasión, Putin enumeró varios objetivos militares ambiciosos para la “operación militar especial” con el fin de presentar y justificar la guerra ante todo el público ruso. El primero era proteger a la población de las llamadas Repúblicas Nacionales de Donetsk y Lugansk (DNR y LNR), reconocidas unilateralmente por Rusia como Estados independientes el 21 de febrero, de un supuesto genocidio cometido continuamente por Ucrania. Esta afirmación de genocidio ha estado presente en la narrativa rusa sobre la guerra desde 2014, a pesar de que no ha sido corroborada por ninguna organización internacional independiente.[12] Sin embargo, esta narrativa resonó bien dentro de la sociedad rusa debido a los ocho años de propaganda que precedieron al ataque en 2022.
También prometió desnazificar y desmilitarizar Ucrania. Sin elaborar públicamente los detalles de la “desnazificación”, acusar a Ucrania de estar gobernada por un régimen nazi ha vuelto a ser un elemento persistente de las narrativas rusas de la guerra desde el cambio de poder en Kiev en febrero de 2014. El hecho de que el presidente Petró Poroshenko fuera elegido democráticamente el 25 de mayo de 2014 y que Rusia lo reconociera como presidente legítimo no interfirió en la continua repetición de las acusaciones nazistas. Llamar nazi a Ucrania y a su pueblo ha sido una parte integral de la forma en que Rusia ha enmarcado el conflicto desde 2014;[13] por lo tanto, al definir la “desnazificación” como uno de los objetivos militares clave, el Kremlin podría contar con esta bien establecida narrativa nazi.
Basándonos en los acontecimientos de los primeros días de la ofensiva a gran escala, la “desnazificación” significaba de hecho el objetivo de matar o capturar a Zelenski y probablemente también a otros miembros de su gobierno. En los primeros días posteriores al 24 de febrero de 2022, varios grupos rusos de operaciones especiales y de distracción operaron en Kiev e intentaron neutralizar al presidente ucraniano.[14] Al parecer, hubo dos asaltos contra el complejo de Zelenski en Kiev, pero ambos fracasaron.[15] Mientras tanto, el tercer objetivo principal, la desmilitarización de Ucrania, significaba derrotar militarmente a las fuerzas armadas ucranianas.
Para alcanzar estos objetivos, Rusia lanzó un ataque a gran escala contra varias regiones de Ucrania, entrando en el país a lo largo de cuatro ejes principales (desde el norte, el noreste, el este y también el sur), con un total de siete ofensivas. Así pues, los objetivos iniciales de Rusia abarcaban todo el territorio de Ucrania: pretendían conquistar Kiev, Járkov, Odesa, posiblemente también Dnipró y Zaporiyia, y planeaban aislar completamente a Ucrania tanto del Mar de Azov como del Mar Negro.
Sin embargo, tras el fracaso del asedio de Kiev, Rusia redujo oficialmente sus objetivos territoriales. El 29 de marzo, Moscú declaró que había renunciado a luchar por Kiev, Chernihiv y todo el norte y el noreste, y que en su lugar se concentraba en el Dombás.[16] Este cambio se presentó a la opinión pública rusa como si fuera una elección deliberada y no una necesidad dictada por la derrota militar en Kiev. Este menor nivel de ambición permitió a Rusia concentrar mejor sus fuerzas, lo que se tradujo en la toma de Mariúpol, Severodonetsk y Lisychansk a finales de la primavera y el verano de 2022.
Sin embargo, Rusia no pudo hacer realidad ni siquiera estos objetivos reducidos: en agosto, Ucrania lanzó un contraataque en la región de Jersón, y liberó la mayor parte de la región de Járkov en septiembre. Como reacción a estos éxitos ucranianos, Rusia organizó apresuradamente del 23 al 27 de septiembre cuatro cuasi-referendos en las partes ocupadas de las regiones de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón sobre su adhesión a la Federación Rusa. Haciendo referencia a los resultados de estos “referendos”, Moscú declaró rápidamente la anexión de estas cuatro regiones de Ucrania. Sin embargo, a pesar de la proclamada anexión, Rusia se vio obligada a retirar sus fuerzas de la orilla derecha del río Dnipró, incluida la ciudad de Jersón, a mediados de noviembre. Desde entonces, los objetivos militares de Rusia se han limitado esencialmente a la captura de todo el Dombás, así como a defender las partes de las regiones de Zaporiyia y Jersón que aún ocupa.
En resumen, desde el comienzo de la invasión a gran escala, los objetivos militares de Rusia se han reducido de hecho en un grado considerable, aunque en la narrativa oficial se sigan repitiendo con frecuencia los eslóganes de “desnazificación” y “desmilitarización”. En otras palabras, las ambiciones rusas originales de controlar directamente toda Ucrania, incluida la captura de grandes partes de sus territorios y el cambio de su gobierno, se han reducido a la anexión de cuatro regiones de Ucrania, mientras que las narrativas centrales en torno a la “operación militar especial” siguen siendo las mismas.
Mientras tanto, los objetivos bélicos de Ucrania se han desarrollado siguiendo una trayectoria fundamentalmente diferente. Dado que Ucrania ha estado librando una guerra defensiva y no ofensiva, el objetivo evidente a alcanzar después de febrero de 2022 ha sido, en primer lugar, detener la agresión rusa y, a continuación, empezar a recuperar los territorios ocupados. Teniendo en cuenta el tamaño y la escala del ataque ruso, esto evidentemente requería la implicación de toda la sociedad ucraniana desde el primer día de la agresión. De ahí que tanto Zelenski como los miembros de su administración se hayan mostrado muy activos en la comunicación con la sociedad ucraniana sobre la guerra desde el 24 de febrero de 2022. Desde entonces, Zelenski se ha dirigido a la población en mensajes de vídeo todas las noches, hablando de diversos aspectos de la guerra y animando al pueblo ucraniano a seguir luchando. [17]
Un fenómeno interesante es que, antes de febrero de 2022, Ucrania no realizó esfuerzos notablemente activos para recuperar ni el Dombás ocupado ni Crimea. La pérdida del control de facto sobre estos territorios en 2014 nunca fue reconocida por Kiev, pero tampoco se emprendieron acciones ofensivas para recuperarlos. Poco después de la invasión, Zelenski incluso expresó la posibilidad de llegar a un compromiso sobre el estatus de Crimea a cambio de detener la invasión rusa.[18]
Sin embargo, desde finales del verano de 2022,[19] la retórica oficial empezó a cambiar. Cada vez más funcionarios ucranianos, incluidos el presidente y la cúpula militar, empezaron a hablar de la necesidad de recuperar todos los territorios ocupados, incluidos los que Rusia se apoderó en 2014, por tanto, también Crimea. Más recientemente, Zelenski reiteró esta intención en el Foro Económico Mundial de Davos.[20]
Por lo tanto, los objetivos de guerra de Ucrania se han ampliado considerablemente desde el comienzo de la invasión rusa a gran escala. Esto contrasta notablemente con la forma en que Moscú ha estado estableciendo sus objetivos, que de hecho se han reducido de controlar toda Ucrania a mantener las cuatro regiones orientales ocupadas y Crimea.
Paralelamente a los cambiantes objetivos militares de Moscú, a partir de octubre de 2022 surgió un nuevo elemento de la estrategia rusa: los ataques sistemáticos y a gran escala contra la infraestructura civil de Ucrania. Utilizando como pretexto el ataque ucraniano al puente de Kerch el 8 de octubre de 2022, Rusia lanzó —a partir del 10 de octubre— una campaña masiva aérea y de misiles contra la infraestructura civil crítica de Ucrania, a saber, la infraestructura energética y los componentes relacionados con ella.[21] Por lo que se puede determinar a partir de fuentes abiertas, el objetivo de esta campaña ha sido privar a la población ucraniana de electricidad, calefacción y agua corriente durante el invierno, y quebrar así su moral.[22] Un probable objetivo secundario ha sido inducir otra oleada masiva de refugiados ucranianos para que huyan del país, y así presionar más a Occidente, con la esperanza de debilitar la resolución política que respalda el apoyo internacional a Ucrania.
Rusia utilizó miles de misiles balísticos y lanzados desde el aire, así como misiles de crucero y también drones suministrados por Irán (de los que se hablará más adelante en detalle); incluso, se lanzaron algunos de los flamantes misiles hipersónicos Kinzhal de Moscú. Aunque las infraestructuras energéticas de Ucrania sufrieron graves daños generalizados y el invierno se vio empañado por largos cortes de electricidad y otras interrupciones del suministro, la campaña rusa no consiguió doblegar ni a la población ucraniana ni el apoyo occidental a Kiev.
Mientras tanto, cabe señalar que hasta ahora Ucrania se ha abstenido de realizar ataques similares contra la infraestructura civil rusa, a pesar de que Ucrania también sería totalmente capaz de atacar objetivos de este tipo en las regiones fronterizas de Rusia. Ucrania atacó algunas instalaciones de la industria petrolera en las regiones fronterizas,[23] pero estos ataques[24] estaban más relacionados con obstaculizar el esfuerzo bélico de Rusia que con atacar a la población civil rusa. Por lo tanto, la actitud hacia los ataques contra objetivos de infraestructuras civiles constituye otra diferencia entre la forma en que Rusia y Ucrania han estado librando esta guerra.
Implicar a toda la sociedad: lucha inclusiva frente a lucha exclusiva
Del voluntariado patriótico al reclutamiento criminal
Otro aspecto en el que difieren la forma de combatir de Ucrania y Rusia es el modo en que ambos Estados gestionan sus sistemas de reclutamiento militar y, en particular, cómo canalizan o se basan en el fenómeno del voluntariado. El voluntariado ha sido una parte integral y crucial del esfuerzo bélico de Ucrania desde 2014. Por aquel entonces, tras la ocupación rusa de Crimea, se crearon varios batallones de voluntarios, a menudo compuestos parcialmente por activistas del Maidán. Estas formaciones de voluntarios, aunque mal entrenadas y equipadas, desempeñaron un papel clave para detener la propagación del separatismo instigado por Rusia en el este de Ucrania.[25] A mediados de la década de 2010, estas unidades de voluntarios se integraron en el ejército o en la Guardia Nacional, pero el fenómeno del voluntariado para defender el país continuó sin disminuir.
Incluso antes de la invasión rusa a gran escala, el 1 de enero de 2022, Ucrania estableció un mando separado para crear las Fuerzas de Defensa Territorial[26] (comúnmente llamadas teroborona, que es la abreviatura de la expresión oficial ucraniana territorialna oborona). Esta rama recién creada de las fuerzas armadas debía estar compuesta tanto por reservistas como por voluntarios, que se alistaron para defender sus propios barrios de un posible ataque y también para ayudar al ejército regular en sus tareas, como imponer el orden público, mantener los puestos de control y otras funciones. Cada una de las 26 regiones de Ucrania debía crear una brigada de defensa territorial independiente, con un tamaño de 3500 soldados, compuesta por batallones de 600 soldados cada uno.[27] La mayoría de los voluntarios sólo recibieron un entrenamiento rudimentario de infantería antes de que estallara la ofensiva a gran escala. No obstante, las unidades teroborona de Kiev y de la región de Kiev desempeñaron un papel importante en la detención de la invasión rusa, y, también, en la neutralización de los grupos de sabotaje rusos que se infiltraron en la capital, aunque sufrieron graves pérdidas. Desde la primavera de 2022, las unidades de defensa territorial asimismo pueden desplegarse en regiones distintas a las de su origen, lo que significa en la práctica que las fuerzas teroboronas —que originalmente estaban destinadas a ser meros auxiliares del ejército regular— también pueden ser enviadas a la primera línea. A pesar de las graves pérdidas sufridas por muchas unidades de defensa territorial, el fenómeno del voluntariado ha persistido.
Además de las unidades de defensa territorial, decenas de miles de ucranianos también se ofrecieron como voluntarios para las unidades militares regulares, sobre todo aquellas personas que tenían experiencia militar previa, por lo que sus conocimientos podían refrescarse con relativa facilidad. La disposición a presentarse voluntario para luchar está tan extendida que Ucrania decidió crear un nuevo tipo de unidad en febrero de 2023, las llamadas brigadas de asalto (gvardiya nastupu), destinadas específicamente a participar en la liberación de los territorios ocupados por Rusia. La principal diferencia con respecto a las unidades teroborona es que las brigadas de asalto están subordinadas al Ministerio del Interior y no están destinadas a tareas auxiliares, sino a operaciones de combate.[28] Aunque se desconoce el número exacto de estos voluntarios, a mediados de febrero un funcionario ucraniano afirmó que ya se habían presentado 15.000 personas.[29] A principios de marzo, un diputado ucraniano, Andrey Zhupanin, habló de unas 20.000 personas que ya se habían alistado en las brigadas de asalto.[30]
Además, Ucrania también cuenta con voluntarios extranjeros que luchan de su lado. Uno de los grupos más numerosos es el de los georgianos, algunos de los cuales llevan en combate desde 2014 en el marco de la llamada legión georgiana. También hay voluntarios chechenos antirrusos, que se unieron a la lucha de Ucrania contra Rusia también en 2014.
El fenómeno más interesante, sin embargo, es la llamada Legión Internacional, que es una unidad separada de las Fuerzas de Defensa Territorial creada por el presidente Zelenski ya el 27 de febrero de 2022, es decir, el cuarto día de la invasión.[31] La creación de dicha unidad sirvió de marco para canalizar la experiencia militar y la mano de obra extranjera hacia el esfuerzo bélico. Según información oficial de marzo de 2022, en total unos 20.000 voluntarios de más de 52 países ya se habían unido a la Legión Internacional,[32] no sólo para luchar, sino también para prestar ayuda en ciberseguridad o asistencia médica.
Mientras tanto, en el lado ruso, el voluntariado ha resultado ser un fenómeno fundamentalmente distinto, que ha mostrado diferencias considerables en función de las distintas fases de la guerra. Durante la fase inicial de la agresión rusa contra Ucrania, en 2014, decenas de miles de auténticos voluntarios llegaron de Rusia a Ucrania para luchar contra Kiev. Sus motivos variaban enormemente: la mayoría predominante quería luchar contra el gobierno ucraniano supuestamente fascista; otros eran nacionalistas de línea dura; y también había fanáticos religiosos entre ellos.[33] Sin embargo, una vez que los frentes se estabilizaron y la guerra de maniobras se transformó en una guerra de trincheras, la mayoría de los voluntarios rusos supervivientes regresaron a casa o se unieron a las fuerzas armadas separatistas. Esto también estaba en consonancia con la intención de Rusia de centralizar el control sobre las formaciones separatistas y los caudillos, inicialmente bastante caóticos.
Cuando comenzó la escalada en 2022, Rusia, a diferencia de Ucrania, no continuó inicialmente la tradición de voluntariado originada en 2014. En su lugar, como ya se ha dicho, Moscú intentó mantener la “operación militar especial” como una tarea exclusiva de las fuerzas armadas regulares. Una vez que empezaron a aumentar las pérdidas humanas y el ejército ruso empezó a necesitar desesperadamente más efectivos, el Ministerio de Defensa ruso optó por un reclutamiento basado en el voluntariado: trató de convencer a los reservistas, en particular a los que tenían una experiencia militar relativamente reciente, para que se alistaran de nuevo por un período fijo de servicio y fueran a luchar a Ucrania. Aunque algunos califican este fenómeno de movilización encubierta,[34] inicialmente no había ningún elemento de coacción implicado; de ahí que el término “reclutamiento” describa mejor la realidad. El sistema de reclutamiento ruso intentó motivar a los reservistas con generosos beneficios económicos y de otro tipo. Sin embargo, este esfuerzo de reclutamiento no dio los resultados esperados debido al insuficiente número de voluntarios.
Otro intento también fracasó a la hora de conseguir el número necesario de voluntarios: el uso del llamado sistema BARS. En 2021, Rusia creó un nuevo sistema de reservistas, la llamada Reserva del Ejército de Combate del País o BARS (Boyevoy Armeyskiy Rezerv Strany)[35] —la palabra bars, en ruso, también significa “leopardo de las nieves”—. La intención era reclutar hombres para que aceptaran un contrato de reservista de tres años de duración, que incluía la posibilidad de ser desplegados en operaciones de combate, a cambio de un salario regular, así como importantes pagas y primas. Los reservistas del BARS recibían la formación necesaria; además, como muchos de ellos eran antiguos oficiales y soldados, sólo había que refrescar sus conocimientos anteriores. Aun así, el sistema no pudo cumplir el plan de reclutar a 100.000 reservistas;[36] ya que sólo se inscribieron unos 40.000 hombres, y no todos pudieron ser entrenados antes de la invasión. Además, una vez que Rusia empezó a desplegar las unidades del BARS, pronto resultó que estos soldados a menudo no recibían las pagas prometidas,[37] eran maltratados por el ejército regular, y en muchos casos no se les proporcionaba el equipo, el armamento y el apoyo necesarios. Todos estos fallos en el reclutamiento, combinados con las pérdidas en el campo de batalla en Ucrania, llevaron a la movilización parcial en septiembre de 2022.
Sin embargo, el fenómeno del voluntariado no desapareció en el lado ruso, sino que simplemente se canalizó hacia el grupo paramilitar Wagner en lugar de hacia las fuerzas armadas regulares. A partir del verano de 2022, el Grupo Wagner, dirigido y propiedad del difunto oligarca Yevgeny Prigozhin, comenzó a reclutar convictos de los centros penitenciarios rusos. En enero de 2023, se había reclutado a unos 40.000 presos con la promesa de una amnistía y un pago decente a cambio de seis meses de servicio armado en Ucrania. Sin embargo, estos nuevos voluntarios a menudo eran enviados a la batalla con una formación mínima o nula y un equipamiento insuficiente. Tanto los combatientes Wagner capturados, como los soldados ucranianos que luchaban contra ellos, describieron a menudo que los convictos habían sido utilizados simplemente como carne de cañón, sin tener en cuenta en absoluto el número de bajas que había entre ellos.[38] En febrero de 2023, el Grupo Wagner había perdido al menos 30.000 combatientes, de los cuales, aproximadamente, 9000 murieron.[39] A medida que las noticias sobre el destino de los prisioneros voluntarios llegaban a las prisiones rusas, el Grupo Wagner empezó a tener serios problemas para reclutar nuevos convictos a partir de diciembre de 2022; más tarde, a principios de febrero de 2023, el grupo dejó de reclutar prisioneros por completo.[40] En agosto, la destacada activista por los derechos de los presos Olga Romanova afirmó que el número total de convictos reclutados para la guerra podría ascender a 80.000, y que al menos 20.000 exconvictos de Wagner ya habían regresado a la vida civil.[41]
El desprecio palpable por la vida humana en la estrategia militar rusa indica una diferencia fundamental entre las fuerzas rusas y ucranianas. Mientras que el avance ucraniano también se ve obstaculizado por el hecho de que el principal cuello de botella para ellos es la mano de obra (el principal recurso que los países occidentales no pueden enviar), el ejército ruso es capaz y está dispuesto a arriesgar grandes masas de soldados en el frente. Y aunque esta actitud, como ya he mencionado, desalienta el voluntariado, en el bando ruso se han movilizado varios grupos privados semioficiales, además del Grupo Wagner. Rusia prohíbe oficialmente la creación de ejércitos privados y empresas militares privadas, pero hay más de 40 grupos de “voluntarios” activos en el campo de batalla, según el viceministro ruso de Defensa, Nikolai Pankov.[42] Entre ellos hay tropas de empresas militares privadas pertenecientes a distintos mandos. La PMC Redut lleva sobre el terreno desde febrero de 2022 y está vinculada a la inteligencia militar rusa, mientras que la empresa Potok es propiedad del gigante estatal de exportación de gas Gazprom.[43] Esto ilustra bien la tendencia del sistema patronal ruso a basarse en la colusión informal más que en la separación de las esferas de acción social (política, económica y comunal).[44] Los recientes cambios legales para permitir a los gobernadores rusos establecer organizaciones militares en tiempos de guerra[45] también parecen ser un paso desesperado para aumentar la movilización, pero que da poder a los sub-patrones rusos frente al patrón principal y hace aún más difícil que Putin controle su red patronal de pirámide única.
Al mismo tiempo, también es evidente que las fuerzas irregulares, que proliferan por necesidad, suelen ser difíciles de incorporar a la jerarquía militar rusa. El ejemplo más destacado fue el intento de golpe de estado de Prigozhin en junio de 2023, cuyo propósito era conseguir la destitución de la cúpula de las fuerzas armadas regulares, incluidos el ministro de Defensa Sergei Shoigu y el jefe del Estado Mayor Valery Gerasimov, y asegurar que el Grupo Wagner pudiera evitar la subordinación al ministerio. Aunque Prigozhin sobrevivió al intento fallido de golpe de Estado y en agosto incluso ambicionó nuevos despliegues en África,[46] murió en un accidente aéreo el 23 de agosto de 2023 en Rusia, junto con otros seis comandantes de Wagner.[47] Es muy probable que esto ponga fin a la moderada autonomía del Grupo Wagner.
Crowdfunding’ para armas y equipamiento en Ucrania y Rusia
Un aspecto especialmente interesante del voluntariado relacionado con el combate es cómo se organizan campañas ascendentes tanto en Ucrania como en el extranjero para apoyar a las fuerzas armadas ucranianas. Dentro de Ucrania, el Estado ha apoyado y fomentado activamente diversas campañas de voluntariado de abajo arriba para ayudar al esfuerzo de guerra. El Banco Nacional de Ucrania abrió inmediatamente una cuenta bancaria específica para recibir donativos del extranjero,[48] y lo mismo hicieron otras organizaciones estatales y ONG respaldadas por el Estado. Las organizaciones no gubernamentales consiguieron recaudar no solo dinero, sino también adquirir armas y equipos para el ejército. Algunas de estas ONG ya existían desde 2014, como la Fundación Come Back Alive,[49] , que recauda donaciones privadas para fines militares, pero incluso esta ha mejorado considerablemente sus actividades desde febrero de 2022. En febrero de 2023, la Fundación Come Back Alive es uno de los mayores compradores no estatales de armas para las fuerzas armadas ucranianas. Otra es la Fundación Benéfica Serhiy Prytula, también en funcionamiento desde 2014, que ha comprado más de 4500 drones, 1000 vehículos militares, 70 grandes complejos de vehículos aéreos no tripulados y otros equipos para las fuerzas armadas, basándose predominantemente en el crowdfunding.[50] Por supuesto, ninguna ONG podría importar y transferir armas y equipos militares a tal escala sin el apoyo directo del Estado; por lo tanto, estas fundaciones y otras más pequeñas también pueden incluirse en el fenómeno del voluntariado gestionado por el Estado.
El apoyo al ejército ucraniano mediante crowdfunding también se ha producido fuera del país. En mayo de 2022, el público lituano recaudó dinero para un dron de ataque turco TB-2 Bayraktar. La campaña recibió la aprobación preliminar de los ministerios de Defensa turco y lituano. El primero de estos Bayraktar se llamó Vanagas,[51] por el nombre en clave de un legendario luchador de la resistencia antisoviética lituana, símbolo de la lucha contra Moscú. La palabra significa “halcón” en lituano. Poco después, en el verano de 2022, Polonia siguió su ejemplo y la población local recaudó dinero para otro Bayraktar. Este dron se llamó “Marik”, por el nombre coloquial de la ciudad ucraniana ocupada de Mariúpol.[52] En Chequia, la población local recaudó dinero, primero, para enviar a Ucrania un tanque T-72 modernizado llamado “Tomáš”.[53] Después, cuando Rusia inició su campaña aérea contra la infraestructura civil ucraniana, los checos empezaron a recaudar dinero para un sistema antiaéreo de alta movilidad que se desplegaría contra los drones iraníes utilizados por Rusia. El sistema, denominado “Viktor”, está compuesto por ametralladoras pesadas antiaéreas gemelas de 14,5 milímetros montadas sobre una camioneta Toyota, fabricada por una empresa de defensa checa. Hasta enero de 2023, se habían financiado mediante crowdfunding 15 sistemas de este tipo.[54]
Mientras tanto, el crowdfunding para las fuerzas armadas en Rusia se generalizó sólo después de septiembre de 2022, por lo tanto, después de la movilización parcial. La repentina movilización de unos 300.000 hombres rusos puso rápidamente de manifiesto la grave escasez de equipos de protección, equipamiento militar básico e incluso ropa en el ejército ruso. Los familiares de los soldados movilizados empezaron rápidamente a recaudar dinero para la ropa y el equipo que faltaban; surgieron cientos de canales en las redes sociales y se iniciaron varias campañas de crowdfunding.[55] A principios de 2023, estas campañas siguen en marcha, pero la atención se ha desplazado gradualmente del equipo personal esencial a contribuciones más avanzadas, como antenas parabólicas, baterías y otros artículos electrónicos.[56]
A diferencia de los casos ucraniano, lituano, checo y polaco, en Rusia las campañas de crowdfunding no pueden proporcionar armas a las fuerzas armadas, porque el Estado no apoya este tipo de iniciativas por motivos legales y políticos. El apoyo oficial a estas campañas supondría que el Estado admitiera que hay escasez de equipamiento, por no hablar de armamento. De ahí que las campañas rusas de crowdfunding se limiten a productos no letales y a algunos equipos de doble uso, como drones comerciales.
El crowdfunding de equipamiento militar (y en particular de armamento) constituye un nivel muy alto de implicación social activa y de contribución directa del público local (o internacional) al esfuerzo bélico. En febrero de 2023, Ucrania ha tenido claramente mucho más éxito que Rusia a la hora de movilizar a la sociedad civil, tanto dentro como fuera del país, para ayudar a su ejército. Por supuesto, la diferencia en el marco legal de la guerra, es decir, que Rusia está llevando a cabo oficialmente sólo una operación militar especial, mientras que Ucrania está bajo la ley marcial, constituye una variable clave en el potencial de movilización social de los dos gobiernos.
Para Ucrania, la ayuda militar occidental, incluidos los proyectos financiados por crowdfunding, tiene una importancia crucial. De ahí que el Estado necesite mantener a raya la corrupción para no poner en peligro la entrada de suministros. El escándalo de corrupción que estalló en enero de 2023 por el uso indebido de dinero y equipos donados por parte de algunos funcionarios ucranianos indicó, por un lado, que los problemas relacionados con el uso indebido de la ayuda occidental están muy extendidos. Por otro lado, la rápida reacción del gobierno demostró que el Estado tiene la intención de luchar activamente contra este tipo de tramas: varios de los funcionarios acusados fueron sustituidos inmediatamente y se inició una investigación a gran escala.[57] Ese mismo año, Zelenski declaró que “el cinismo y el soborno durante la guerra son traición”, y destituyó a todos los jefes de los centros regionales de reclutamiento del ejército ucraniano acusados de corrupción.[58]
Internacionalización de la guerra: aislamiento frente a búsqueda de alianzas en Occidente
Otra diferencia clave en la forma en que Rusia y Ucrania han librado esta guerra se manifiesta en los planteamientos adoptados para implicar a la comunidad internacional. Rusia, que inicialmente planeaba una guerra corta, no se esforzó mucho en forjar alianzas. Aparte de implicar directamente a Bielorrusia, que de todos modos era necesaria para el ataque a Kiev y Chernihiv, Moscú no intentó crear ninguna coalición internacional para apoyar su “operación militar especial”. Un indicador espectacular de la ausencia de tal esfuerzo fue la votación en la Asamblea General de la ONU el 23 de febrero de 2022, inmediatamente después del reconocimiento unilateral por Moscú de la DNR y la LNR, pidiendo la retirada inmediata de las fuerzas rusas de Ucrania. Además de la propia Rusia, sólo seis países votaron en contra de la resolución: Bielorrusia, Eritrea, Mali, Nicaragua, Corea del Norte y Siria.[59] Incluso los aliados militares más cercanos de Rusia en la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, como Kazajstán y Kirguistán, no votaron a favor de Rusia, sino que se abstuvieron en la votación.
Una vez iniciada la invasión, el apoyo a Rusia disminuyó aún más: el 2 de marzo de 2022, sólo cuatro países votaron en contra de condenar la agresión rusa contra Ucrania: Bielorrusia (que era un cobeligerante), Siria, Corea del Norte y Eritrea,[60] lo que significaba que la embestida estaba más allá de las líneas rojas incluso de Nicaragua y Mali, que no condenaron el reconocimiento del DNR/LNR una semana antes. Aunque 35 países se abstuvieron, esto no significó que ninguno de ellos apoyara activamente las acciones de Rusia. Rusia tampoco consiguió más apoyos para la anexión reivindicada de las cuatro regiones ucranianas. El acto no fue reconocido por ningún otro Estado miembro de la ONU, excepto Siria y Corea del Norte.[61] Además, en la votación de la Asamblea General de la ONU celebrada el 12 de octubre de 2022, sólo cuatro países votaron en contra de condenar a Rusia: Bielorrusia y Nicaragua se unieron a Damasco y Pyongyang.[62] Por lo tanto, la diplomacia rusa no consiguió ampliar la base de apoyo internacional del país.
En lo que se refiere particularmente a Occidente, el discurso de invasión de Putin del 24 de febrero acusó claramente al Occidente colectivo de esforzarse por debilitar, y posiblemente incluso destruir, a Rusia. Esta narrativa ha estado en plena consonancia con las orientaciones cada vez más antioccidentales de la política exterior rusa que han prevalecido desde el discurso de Putin en 2007 en la Conferencia de Seguridad de Múnich. Por lo tanto, desde esta perspectiva, no es de extrañar que el Kremlin también haya enmarcado la guerra actual como parte de la larga e histórica lucha de Rusia contra Occidente, en la que Moscú mantiene una asociación cada vez más estrecha con Pekín.[63]
En cuanto a los aliados militares, Moscú empezó a buscar socios capaces sólo a partir del verano de 2022, cuando se hizo evidente que no podía resolver por sí solo ciertas deficiencias del ejército ruso. El éxito más importante conseguido por Moscú fue que Irán aceptó suministrar a Rusia vehículos aéreos militares no tripulados (UAV), incluidos drones tanto de ataque como de reconocimiento. Mientras tanto, a partir de febrero de 2023, la fuerte presión internacional[64] ha impedido que Moscú obtenga misiles balísticos de Irán, a pesar de que en 2022, Moscú también se esforzó por conseguir este tipo de sistemas. Además de Irán, Corea del Norte también apoya a Rusia mediante la transferencia de munición de artillería.[65] Bielorrusia ha sido un estrecho aliado de Rusia también en términos de transferencias de armas. Está documentado que Rusia ha recibido de Bielorrusia viejos tanques T-72 reactivados,[66] así como vehículos de combate de infantería BMP-2 y camiones militares.[67] Al parecer, China ha suministrado a Rusia pequeñas cantidades de fusiles de asalto, chalecos antibalas y drones comerciales, aunque Pekín ha intentado ocultar estos bienes como productos de doble uso.[68]
Contrariamente al aislamiento de Rusia y al muy limitado apoyo militar recibido del exterior, Ucrania, desde el principio de la invasión a gran escala, se ha esforzado activamente por implicar a toda la comunidad internacional e internacionalizar el conflicto todo lo posible. Desde el primer día de la escalada, Zelenski, así como varios otros dirigentes ucranianos, se han dirigido prácticamente a diario a la comunidad internacional, solicitando apoyo y ayuda. El esfuerzo por implicar a la comunidad internacional, en particular a Occidente, en el bando ucraniano no es un fenómeno nuevo; hacerlo ha sido una estrategia constante de las sucesivas administraciones ucranianas desde la primavera de 2014, cuando Rusia atacó Crimea. Sin embargo, la invasión a gran escala llevó esta estrategia a un nuevo nivel.
Desde febrero de 2022, Ucrania ha disfrutado de un grado de apoyo internacional sin precedentes en su lucha contra la agresión rusa. En términos de apoyo diplomático, utilizando una vez más las votaciones de la Asamblea General de la ONU como indicador, aproximadamente dos tercios de todos los Estados miembros de la ONU favorecen activamente a Ucrania.[69] En la opinión pública, mientras que Zelenski es generalmente considerado un héroe en Occidente y se convirtió en la Persona del Año de la revista Time en 2022,[70] Putin es visto como un criminal de guerra, contra quien la Corte Penal Internacional de La Haya emitió una orden de arresto en marzo de 2023.[71]
En cuanto al apoyo militar, en el marco del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania, denominado informalmente “Grupo Ramstein”, más de cuarenta países han estado participando y contribuyendo regularmente a reforzar las defensas de Ucrania por diversos medios.[72] Hay que añadir que, a partir de febrero de 2023, el esfuerzo bélico de Ucrania depende en gran medida del flujo continuo de apoyo militar occidental. Por lo tanto, el objetivo de mantener a Occidente implicado del lado de Ucrania no es una opción, sino una obligación de hecho para Kiev. En cualquier caso, la actitud general hacia la búsqueda de apoyo internacional y la creación de coaliciones para el esfuerzo bélico constituye una diferencia importante entre las políticas rusa y ucraniana.
Debido al secretismo general que rodea muchos detalles de los envíos de armas, no es posible realizar una comparación detallada de los suministros recibidos por Ucrania y Rusia. Los envíos a Rusia, en particular, son opacos, principalmente porque cualquier país que suministre armas a Moscú se arriesga a sanciones internacionales generalizadas. Pero tampoco todos los envíos a Ucrania son transparentes: hay varios países que suministran armas a Kiev sin anunciarlo. Estos envíos sólo se hacen públicos cuando las armas son vistas en el campo de batalla. Este fue el caso, por ejemplo, de los vehículos blindados GAIA Amir suministrados por Israel: los primeros sistemas fueron vistos en noviembre de 2022,[73] pero el gobierno israelí todavía no ha admitido formalmente el envío de estos vehículos. Oficialmente, no fue hasta marzo de 2023 cuando Israel autorizó la venta de equipamiento militar defensivo a Ucrania, concretamente, dispositivos de guerra electrónica para su uso contra drones de fabricación iraní.[74] Por lo tanto, lo más probable es que los Amir fueran enviados a través de un país intermediario. Sin embargo, incluso una transferencia indirecta de este tipo requiere una licencia de exportación, sólo que ésta no se hizo pública en los medios de comunicación. Otro ejemplo de entregas de armas a Ucrania sin publicidad son los vehículos blindados Patria Pasi XA-185 de fabricación finlandesa, suministrados a Ucrania probablemente desde el verano de 2022,[75] pero sin ningún anuncio por parte del gobierno finlandés.
Debido a la falta de transparencia, no es posible comparar ni las cifras ni el valor de la ayuda militar recibida por Rusia y Ucrania. Mientras tanto, sí se pueden comparar los tipos de sistemas de armamento recibidos del extranjero, basándose en los anuncios oficiales de las transferencias o en que el sistema de armamento en cuestión haya sido visto en Ucrania (Tabla 1).
Tabla 1. Tipos de armas pesadas recibidas por Ucrania y Rusia del extranjero desde febrero de 2022.
En conjunto, la tabla anterior demuestra que Ucrania puede contar con una base de apoyo mucho más amplia y recibe una gama de armas considerablemente mayor que la que Rusia ha conseguido asegurarse. También hay que señalar que, además de armamento pesado, Ucrania ha recibido de Occidente software militar de alta tecnología basado en inteligencia artificial, lo que ha supuesto una ventaja para Ucrania en el campo de batalla.[76] Si a esto añadimos las sanciones occidentales a Rusia, que restringen gravemente la transferencia de tecnología, parece sólo una ligera exageración aceptar el comentario de un periodista de que la guerra en este campo es un enfrentamiento entre ejércitos “digitales” y “analógicos”.[77] Mientras tanto, cabe señalar que Rusia tampoco se ha quedado completamente sin ayuda militar exterior, aunque Ucrania recibe una variedad mucho mayor de armamento.
Conclusiones
Las políticas de Rusia y Ucrania difieren fundamentalmente a la hora de conseguir que sus propias sociedades, así como la comunidad internacional, se impliquen en apoyo de sus respectivos esfuerzos bélicos. Esto se resume en la Tabla 2. Rusia ha venido empleando un enfoque dual que pretende garantizar el apoyo general continuo de la opinión pública, pero pretende mantener a la sociedad directamente implicada o afectada en la menor medida posible. Esta dualidad se manifiesta, por un lado, en los discursos de “desnazificación” y “protección de la población del Dombás” y, por otro, en el de “todo Occidente está contra nosotros”, que pretenden crear un efecto de concentración en torno a la bandera y garantizar así un apoyo público duradero al régimen.
Tabla 2. Resumen comparativo de las formas de guerra de Rusia y Ucrania.
Por otra parte, el encuadre de “operación militar especial” que aún se mantiene y la ausencia de ley marcial y movilización general sirven al propósito de mantener los efectos directos de la guerra lo más lejos posible de la sociedad. Los orígenes de este enfoque se remontan al 24 de febrero de 2022, cuando Rusia lanzó su invasión a gran escala contra Ucrania. Como en aquel entonces Moscú planeaba llevar a cabo una operación muy corta y relativamente incruenta, el Kremlin aparentemente pensó que simplemente no era necesario movilizar a la sociedad rusa, ni en el sentido político ni en el militar. La misma lógica explica también por qué el Kremlin no ha conseguido crear ninguna coalición internacional significativa que respalde el ataque contra Ucrania: sencillamente, no consideró necesario forjar alianzas para una guerra que sólo duraría unos días.
Una vez que resultó que la guerra no iba a ser ni rápida ni incruenta, modificar el marco narrativo y empezar a llamar a la “operación” guerra significaría admitir que el Kremlin calculó mal su ofensiva en un principio. La necesidad de abstenerse de admitir cualquier error también explica por qué el Kremlin ha presentado la derrota fuera de Kiev como un reenfoque intencionado hacia el Dombás. Del mismo modo, el Kremlin no aborda públicamente la discrepancia entre los territorios ucranianos que reclama desde las anexiones unilaterales y los que realmente posee. Por lo tanto, los objetivos militares se han reducido tácitamente a capturar el resto del Dombás y defender los territorios de las regiones de Jersón y Zaporiyia que aún están en manos rusas, mientras que la narrativa oficial sobre la plena pertenencia de estas regiones a Rusia no ha cambiado.
Consideraciones muy similares, es decir, la reticencia a implicar a la sociedad en general, se han manifestado también en la movilización parcial, que se ordenó en septiembre de 2022 sólo después de que Rusia hubiera perdido partes significativas de los territorios que ocupó en Ucrania en agosto-septiembre. Antes de eso, en lugar de movilizar a sus reservistas, Rusia intentó enmendar sus pérdidas en combate intensificando diversos planes de reclutamiento basados en el voluntariado, aunque sin mucho éxito. Desde septiembre, el contraste entre el encuadre de “operación militar especial” y la movilización parcial ha creado una fuerte contradicción que la sociedad rusa debe afrontar para interpretar el conflicto. La intención de implicar lo menos posible a la sociedad y de ocultar las debilidades del ejército ruso se ha traducido en la falta de voluntad del Kremlin para respaldar cualquier movimiento social o campaña de crowdfunding que quisiera apoyar a las fuerzas armadas.
Ucrania ha llevado a cabo una política fundamentalmente diferente en lo que respecta a implicar a la sociedad en la guerra. Desde el primer día de la invasión rusa a gran escala, los dirigentes ucranianos se propusieron movilizar tanto a la opinión pública nacional como a los socios internacionales para que apoyaran a Ucrania. No se ha hecho ningún esfuerzo por limitar los efectos de la guerra, sino que el objetivo ha sido implicar a la sociedad al máximo y de la forma más activa posible. La introducción de la ley marcial y la movilización general, así como los mensajes muy activos y movilizadores del presidente y el gobierno, responden al mismo propósito. De ahí que la línea política ucraniana sea mucho más coherente que la empleada por Rusia. Esta credibilidad ayuda a Ucrania a movilizar un amplio apoyo internacional para su esfuerzo bélico, y también a apoyarse ampliamente en el fenómeno del voluntariado, incluido el crowdfunding, para el ejército.
Teniendo en cuenta la rigidez política y la inercia del sistema ruso, combinadas con las próximas elecciones presidenciales que limitan el espacio de maniobra interno del Kremlin, es poco probable que Rusia cambie su enfoque de doble vía, a pesar de las crecientes discrepancias. Tampoco es probable que cambie la política ucraniana, porque desde la perspectiva de Kiev esta estrategia, es decir, movilizar tanto a las sociedades nacionales como a las extranjeras, ha dado buenos resultados hasta ahora. De ahí que sea muy probable que prevalezcan las diferencias.
Notas:
[1] András Rácz Ph.D. es Senior Fellow del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores (DGAP) y Senior Lecturer de la Universidad Corvinus deBudapest. Sus opiniones son exclusivamente suyas. La investigación de base para el artículo fue posible gracias al apoyo de la Beca de Investigación János Bolyai, concedida por la Academia Húngara de Ciencias, en el marco del proyecto de investigación titulado “El papel y el lugar de la guerra por delegación en el pensamiento y la práctica militares rusos”.
[2] A modo de ejemplo, vale la pena citar a un bloguero militar ruso que afirmó que a los oficiales militares de su propio país se les anima a montar vídeos para exagerar el éxito, por ejemplo, “destruyendo” el mismo objetivo varias veces y afirmando que se destruyeron múltiples objetivos. Véase Jon Jackson, “Russian Military Told to Stage Videos to Exaggerate Success: Report”, Newsweek, 11 de agosto de 2023, sec. World, https://www.newsweek.com/russian-military-told-stage-videos-exaggerate-success-ukraine-1819237.
[3] Será analizado por Nikolay Petrov en su capítulo de este volumen.
[4] Es importante señalar que el capítulo se centra en los aspectos militares de la guerra y en el compromiso militar directo de las dos sociedades. Por lo tanto, las consecuencias sociales más amplias de la guerra, como el desplazamiento, la emigración o el desempleo, quedan fuera del foco de este estudio. Otra limitación del presente capítulo es que se centra en los acontecimientos ocurridos desde febrero de 2022. Por lo tanto, los acontecimientos ocurridos antes de esa fecha, incluida la ocupación de Crimea y partes de Donbass en 2014, no se tratan en detalle; sólo se mencionan cuando son necesarios como contexto para los acontecimientos más recientes. Los nombres rusos y ucranianos mencionados en el texto se transliteran al inglés basándose en sus respectivos equivalentes; si un nombre geográfico ucraniano tiene versiones tanto rusa como ucraniana (como Kiev o Kyiv), aquí se utiliza esta última.
[5] Presidente de Rusia, “Discurso del Presidente de la Federación Rusa”, Presidente de Rusia, 24 de febrero de 2022, http://en.kremlin.ru/events/president/news/67843.
[6] “Half of Russia’s Foreign Exchange Reserves Frozen Due to Sanctions – Finance Minister,” TASS, 13 de marzo de 2022, https://tass.com/economy/1421403.
[7] Polina Ivanova, “Russia Prepares to Mobilise Economy for Longer War in Ukraine,” Financial Times, 7 de julio de 2022, https://www.ft.com/content/fe233252-69fa-4259-8b35-a34d8738b968; Yevgeni Gontmakher, “The Russian Economy Mobilizes for War,” GIS Reports, 5 de diciembre. 2022, https://www.gisreportsonline.com/r/russia-economy-mobilization/.
[8] Presidente de Rusia, “Discurso del Presidente de la Federación Rusa”.
[9] Presidente de Rusia, “Discurso presidencial a la Asamblea Federal”, Presidente de Rusia, 21 de febrero de 2023, http://en.kremlin.ru/events/president/news/70565.
[10] Paul Sonne, “Ukraine’s Zelensky to Russians: ‘What Are You Fighting for and with Whom?’”. Washington Post, 24 de febrero de 2022, https://www.washingtonpost.com/national-security/2022/02/23/ukraine-zelensky-russia-address/.
[11] Sobre esta cuestión, véase el capítulo introductorio de Bálint Madlovics y Bálint Magyar en el primer volumen.
[12] La Corte Internacional de Justicia, a petición de Ucrania, investigó las reclamaciones rusas y no encontró pruebas sobre el supuesto genocidio ni sobre los preparativos para el mismo. Véase el fallo pertinente de la CIJ del 16 de marzo de 2022: Lara Van Dousselaere, “La Corte indica medidas provisionales”.
[13] EUvsDisinfo. “Key Narratives in Pro-Kremlin Disinformation: ‘Nazis’”, EUvsDisinfo, 20 de septiembre de 2022, https://euvsdisinfo.eu/key-narratives-in-pro-kremlin-disinformation-nazis/.
[14] Manveen Rana, “Volodymyr Zelensky: Russian Mercenaries Ordered to Kill Ukraine’s President”, 24 de marzo de 2023, https://www.thetimes.co.uk/article/volodymyr-zelensky-russian-mercenaries-ordered-to-kill-ukraine-president-cvcksh79d.
[15] “Russians Twice Tried to Storm Zelensky’s Compound in Early Hours of War, Aide Says,” The Times of Israel, 29 de abril de 2022, https://www.timesofisrael.com/russians-twice-tried-to-storm-zelensky-compound-in-early-hours-of-war-report/.
[16] Nebi Qena y Yuras Karmanau, “Moscow Says It Will Curb Assault on Kyiv, Chernihiv; Russian Troops Seen Withdrawing”, The Times of Israel, 29 de marzo de 2022, https://www.timesofisrael.com/moscow-says-it-will-curb-assault-on-kyiv-chernihiv-russian-troops-seen-withdrawing/.
[17] Presidente de Ucrania, “Video Collection – Official Web Site of the President of Ukraine”, Sitio web oficial del Presidente de Ucrania,https://www.president.gov.ua/en/videos/videos-archive.
[18] Anchal Vohra, “Ukraine Is Serious About Taking Back Crimea”, Foreign Policy, 22 de febrero de 2023, https://foreignpolicy.com/2023/02/22/ukraine-crimea-russia-take-back/.
[19] “Ukraine War Must End with Liberation of Crimea – Zelensky”, BBC News, 10 de agosto de 2022, https://www.bbc.com/news/world-europe-62487303.
[20] “REPLAY: Ukraine’s Zelensky Speaks at Davos World Economic Forum”, France 24, 18 de enero de 2023, https://www.france24.com/en/video/20230118-replay-ukraine-zelensky-speaks-at-davos-world-economic-forum.
[21] Benjamin Jensen, “Crippling Civilian Infrastructure Has Long Been Part of Russian Generals’ Playbook – Putin Is Merely Expanding That Approach”, The Conversation, 14 de octubre de 2022, http://theconversation.com/crippling-civilian-infrastructure-has-long-been-part-of-russian-generals-playbook-putin-is-merely-expanding-that-approach-192226.
[22] Brian (Chun Hey) Kot y Steven Feldstein, “Two Deeply Troubling Trends from Ukraine’s Year of War”, Carnegie Endowment for International Peace, 22 de febrero de 2023, https://carnegieendowment.org/2023/02/22/two-deeply-troubling-trends-from-ukraine-s-year-of-war-pub-89086.
[23] “Russia Says Ukrainian Helicopters Hit Oil Refinery”, 4 de abril de 2022, https://www.aa.com.tr/en/energy/oil/russia-says-ukrainian-helicopters-hit-oil-refinery/35021.
[24] Reuters, “Russian Refinery Says It Was Struck by Drones from Direction of Ukraine”, Reuters, 22 de junio de 2022, https://www.reuters.com/world/europe/fire-broke-out-russias-novoshakhtinsk-oil-refinery-2022-06-22/.
[25] Dominique Arel y Jesse Driscoll, Ukraine’s Unnamed War: Before the Russian Invasion of 2022 (Cambridge University Press, 2023).
[26] “Ukraine’s New Military Branch: Citizens Protecting Their Neighborhood,”, Politico, 13 de febrero de 2022, https://www.politico.eu/article/ukraine-russia-military-citizen-reservist-defense/.
[27] Maksym Butchenko, “Ukraine’s Territorial Defence on a War Footing”, ICDS, 13 de abril de 2022, https://icds.ee/en/ukraines-territorial-defence-on-a-war-footing/.
[28] “Для освобождения оккупированных территорий: специальные штурмовые бригады создают в Украине – как попасть в их ряды” [Para la liberación de los territorios ocupados: se crean brigadas especiales de asalto en Ucrania – cómo unirse a sus filas ], Libertad, 4 de febrero de 2023, https://uatv.ua/dlya-osvobozhdeniya-okkupirovannyh-territorij-spetsialnye-shturmovye-brigady-sozdayut-v-ukraine-kak-popast-v-ih-ryady/.
[29] Natalya Kava, “Много желающих: МВД будет формировать штурмовые бригады “Гвардии наступления” и после 1 апреля” [Hay muchos que quieren: el Ministerio del Interior formará brigadas de asalto de la “Guardia Ofensiva” después del 1 de abril], РБК-Украина, 12 de febrero de 2023, https://www.rbc.ua/ukr/news/bagato-ohochih-mvs-bude-formuvati-shturmovi-1676218800.html.
[30] Dienes Gábriel, “Az a béke, amiről a magyar kormány beszél, Ukrajna tragédiája lenne, mondta az ukrán parlamenti képviselő Budapesten” [La paz de la que habla el Gobierno húngaro sería una tragedia para Ucrania, declaró un parlamentario ucraniano en Budapest], 444, 4 de marzo de 2023, https://444.hu/2023/03/04/az-a-beke-amirol-a-magyar-kormany-beszel-ukrajna-tragediaja-lenne-mondta-az-ukran-parlamenti-kepviselo-budapesten.
[31] Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania, “¡Únete a la Legión Internacional de Defensa de Ucrania!”. 2022, https://fightforua.org.
[32] “Volunteer Fighters from 52 Countries Join International Legion”, Ukrinform, 11 de marzo de 2022, https://www.ukrinform.net/rubric-ato/3426983-volunteer-fighters-from-52-countries-join-international-legion.html.
[33] Arkadiusz Legieć, “Profiling Foreign Fighters in Eastern Ukraine: A Theoretical Introduction”, en Not Only Syria? The Phenomenon of Foreign Fighters in a Comparative Perspective, (Chisinau: IOS Press, 2017), 22-30; Andras Racz, “ The Elephant in the Room: Russian Foreign Fighters in Ukraine”, en Not Only Syria? The Phenomenon of Foreign Fighters in a Comparative Perspective, (Chisinau: IOS Press, 2017), 60-73.
[34] Reuters, “Russia Is Conducting Covert Mobilisation Campaign, Ukraine Spy Chief Says”, Reuters, 25 de junio de 2022, https://www.reuters.com/world/europe/russia-is-conducting-covert-mobilisation-campaign-ukraine-spy-chief-2022-06-25/.
[35] Sam Cranny-Evans, “Understanding Russia’s Mobilisation”, 28 de septiembre de 2022, https://www.rusi.org/explore-our-research/publications/commentary/understanding-russias-mobilisation.
[36] “Why Russia Is Urgently Forming a Combat Army Reserve BARS?”, 13 de septiembre de 2021, https://bulgarianmilitary.com/2021/09/13/why-russia-is-urgently-forming-a-combat-army-reserve-bars/.
[37] “‘We Were Nothing to Them’: Russian Volunteer Reservists Return from War against Ukraine Feeling Deceived,” Radio Free Europe/Radio Liberty, 12 de agosto de 2022, https://www.rferl.org/a/russia-volunteers-ukraine-treatment-minimal-training-war/31985377.html.
[38] Yaroslav Trofimov, “Russia’s Wagner Troops Exhaust Ukrainian Forces in Bakhmut”, WSJ, 5 de marzo de 2023, https://www.wsj.com/articles/russias-wagner-troops-exhaust-ukrainian-forces-in-bakhmut-b58e726c.
[39] “Casa Blanca: Wagner Group Has Suffered over 30,000 Casualties in Ukraine”, Reuters, 17 de febrero de 2023, https://www.reuters.com/world/europe/white-house-wagner-group-has-suffered-over-30000-casualties-ukraine-2023-02-17/.
[40] Pjotr Sauer, “Wagner Mercenary Group Will ‘Decrease’ as Prisoner Recruitment Ends, Says Boss”, The Guardian, 15 de febrero de 2023, https://www.theguardian.com/world/2023/feb/15/wagner-mercenary-group-will-decrease-as-prisoner-recruitment-ends-says-boss.
[41] Anastasia Tenisheva, “Asesinatos, drogas y reyertas: Russia’s Pardoned Ex-Convicts Return Home After Fighting in Ukraine”, The Moscow Times, 18 de agosto de 2023, https://www.themoscowtimes.com/2023/08/18/murders-drugs-and-brawls-russias-pardoned-ex-convicts-return-home-after-fighting-in-ukraine-a82175.
[42] Paul Sonne, “Wagner Founder Rebuffs Order Over Fighter Contracts With Russian Military”, The New York Times, 11 de junio de 2023, https://www.nytimes.com/2023/06/11/world/europe/wagner-russia-defense-ministry-contract.html.
[43] Mark Krutov y Sergei Dobrynin, “Who’s Who Among Russia’s Mercenary Companies”, Radio Free Europe/Radio Liberty, 23 de mayo de 2023, https://www.rferl.org/a/russia-other-mercenary-companies-ukraine/32424520.html; “It’s Not Just Wagner. At At least three Gazprom-Linked Private Military Companies Now Have Fighters in Ukraine”, Meduza, 16 de mayo de 2023, https://meduza.io/en/feature/2023/05/16/it-s-not-just-wagner.
[44] Bálint Magyar y Bálint Madlovics, A Concise Field Guide to Post-Communist Regimes: Actors, Institutions, and Dynamics (Budapest-Viena-Nueva York: CEU Press, 2022).
[45] “La Cámara Baja rusa vota permitir a los gobernadores crear sus propias organizaciones militares en tiempos de guerra”, Novaya Gazeta Europe, 25 de julio de 2023, https://novayagazeta.eu/articles/2023/07/25/russian-lower-house-votes-to-allow-governors-to-create-their-own-military-organisations-during-wartime-en-news.
[46] “Wagner hace ‘África aún más libre’, dice Prigozhin en su primer vídeo tras la rebelión”, The Guardian, 22 de agosto de 2023, https://www.theguardian.com/world/2023/aug/22/wagner-prigozhin-recruiting-post-russia-rebellion-video-africa-putin.
[47] “El jefe de Wagner, Prigozhin, iba en el avión que se estrelló en Rusia, según la agencia de aviación”, CNN, 23 de agosto de 2023, https://edition.cnn.com/2023/08/23/europe/russia-wagner-prigozhin-plane-crash-intl/index.html.
[48] “NBU Opens Special Account to Raise Funds for Ukraine’s Armed Forces (Updated)”, Banco Nacional de Ucrania, 1 de marzo de 2022, https://bank.gov.ua/en/news/all/natsionalniy-bank-vidkriv-spetsrahunok-dlya-zboru-koshtiv-na-potrebi-armiyi.
[49] Come Back Alive Foundation, “About the Foundation – Come Back Alive”, https://savelife.in.ua/en/about-foundation-en/.
[50] “Fundación Benéfica Serhiy Prytula”, https://prytulafoundation.org/en.
[51] “Lithuanian Bayraktar Arrived in Ukraine”, European Pravda, 8 de julio de 2022, https://www.eurointegration.com.ua/eng/news/2022/07/8/7142874/.
[52] “Ten Bayraktar dla Ukrainy został kupiony dzięki Polakom. Dostał symboliczne imię” [Este Bayraktar para Ucrania se compró gracias a los polacos. Se le dio un nombre simbólico], Onet Wiadomości, 17 de octubre de 2022, https://wiadomosci.onet.pl/swiat/ten-bayraktar-dla-ukrainy-zostal-kupiony-dzieki-polakom-ma-juz-imie/p9sjnzn.
[53] “Ukraine War: Czech Crowdfunding Buys ‘Tomas the Tank’ for Ukraine”, BBC News, 3 de octubre de 2022, https://www.bbc.com/news/world-europe-63121649.
[54] “Czech Crowdfunding Successfully Raised Funds to Purchase 15 Viktor for Ukrainian Army”, MilitaryLeak, 2 de enero de 2023, https://militaryleak.com/2023/01/02/czech-crowdfunding-successfully-raised-funds-to-purchase-15-viktor-for-ukrainian-army/.
[55] “Russians Buy Boots and Body Armor for the Troops, as the Kremlin Tryes to Fix the Campaign’s Problems”, CNN, 22 de diciembre de 2022, https://edition.cnn.com/2022/12/22/europe/russians-crowdfund-soldiers-ukraine-cmd-intl/index.html.
[56] Para una campaña reciente de este tipo, véase, por ejemplo: https://vk.com/uralza?w=wall-212936965_1267.
[57] “Ukraine Fires Officials amid Corruption Scandal, as Allies Watch Closely”, The New York Times, 24 de enero de 2023, https://www.nytimes.com/2023/01/24/world/europe/ukraine-corruption-firing-western-aid.html.
[58] Dan Peleschuk, “Ukraine Sacks Army Recruitment Chiefs in Anti-Graft Shakeup”, Reuters, 11 de agosto de 2023, sec. Europa, https://www.reuters.com/world/europe/ukraine-fire-all-regional-military-recruitment-chiefs-zelenskiy-2023-08-11/.
[59] “Ucrania: UN Members Endorse Resolution to End War”, DW, 23 de febrero de 2023, https://www.dw.com/en/ukraine-un-members-endorse-resolution-to-end-war/a-64799465.
[60] Votación de la Asamblea General sobre Ucrania | Naciones Unidas (2 de marzo de 2022), Naciones Unidas, vídeo de YouTube, 2:04, 2 de marzo de 2022, https://www.youtube.com/watch?v=THDHTlaSb50.
[61] Hyonhee Shin, “N.Korea Backs Russia’s Proclaimed Annexations, Criticises U.S. ‘Double Standards’“, Reuters, 3 de octubre de 2022, https://www.reuters.com/world/asia-pacific/nkorea-backs-russias-proclaimed-annexations-criticises-us-double-standards-2022-10-03/.
[62] Bill Chappell, “Only 4 Countries Side with Russia as U.N. Rjects Annexations in Ukraine”, NPR, 13 de octubre de 2022, https://www.npr.org/2022/10/13/1128642820/un-rejects-russian-annexations-ukraine.
[63] Stefan Lehne, “After Russia’s War against Ukraine: What Kind of World Order?” Carnegie Europe, 28 de febrero de 2023, https://carnegieeurope.eu/2023/02/28/after-russia-s-war-against-ukraine-what-kind-of-world-order-pub-89130. Véase también el capítulo de Gyula Krajczár en este volumen.
[64] “Russia and Iran Hesitate over Co-Operation as West Warns of Costs”, Financial Times, 6 de marzo de 2023, https://www.ft.com/content/b9361eae-5b05-4c17-8c59-7fb11e2579fe.
[65] Victor Cha, “North Korea Sends Ammunitions to Russia”, 7 de noviembre de 2022, https://www.csis.org/analysis/north-korea-sends-ammunitions-russia.
[66] “Belarus Sends 20 T-72 Tanks to Russian Belgorod Region”, Army Recognition, 13 de octubre de 2023, https://www.armyrecognition.com/defense_news_october_2022_global_security_army_industry/belarus_sends_20_t-72_tanks_to_russian_belgorod_region.html.
[67] “More War Equipment on Belarus-Russia Trains, This Time It’s Vehicles,” RailFreight.com, 16 de noviembre de 2022, https://www.railfreight.com/specials/2022/11/16/more-war-equipment-on-belarus-russia-trains-this-time-its-vehicles/.
[68] Eric Banco y Sarah Anne Aarup, “’Hunting Rifles’ – Really? China Ships Assault Weapons and Body Armor to Russia”, Politico, 16 de marzo de 2023, https://www.politico.com/news/2023/03/16/chinese-rifles-body-armor-russia-ukraine-00087398.
[69] Véanse las votaciones anteriores.
[70] “2022 Person of the Year: Volodymyr Zelensky”, Time, 7 de diciembre de 2022, https://time.com/person-of-the-year-2022-volodymyr-zelensky/.
[71] “Ukraine Conflict: What War Crimes Is Russia Accused Of?” BBC News, 10 de marzo de 2023, sec. World, https://www.bbc.com/news/world-60690688.
[72] Christoph Trebesch et al., “The Ukraine Support Tracker: ¿Qué países ayudan a Ucrania y cómo?” Documentos de trabajo de Kiel, 2218 (2023), https://www.ifw-kiel.de/publications/kiel-working-papers/2022/the-ukraine-support-tracker-which-countries-help-ukraine-and-how-17204/.
[73] Joe Saballa, “Ukrainian Army Spotted Using Israeli-Made Armored Vehicles”, The Defense Post, 14 de noviembre de 2022, https://www.thedefensepost.com/2022/11/14/ukrainian-army-israel-armored-vehicles/.
[74] “In First, Israel Said to Authorize Sale of Defensive Military Equipment to Ukraine”, The Times of Israel, 16 de marzo de 2023, https://www.timesofisrael.com/in-first-israel-said-to-authorize-sale-of-defensive-military-equipment-to-ukraine/.
[75] Dylan Malyashov, “Finnish-Made Armored Vehicles Spotted in Ukraine”, Defence Blog, 28 de septiembre de 2022, https://defence-blog.com/finnish-made-armored-vehicles-spotted-in-ukraine/.
[76] David Ignatius, “How the Algorithm Tipped the Balance in Ukraine”, The Washington Post, 19 de diciembre de 2022, sec. Global Opinions, https://www.washingtonpost.com/opinions/2022/12/19/palantir-algorithm-data-ukraine-war/.
[77] Balázs Bozzay, “A Mesterséges Intelligencia Már Nemcsak a Célpontot Mutatja Meg, Hanem a Hadműveletet Is Megtervezi [La inteligencia artificial no sólo muestra el objetivo, sino que también planifica la operación]”, Telex, 15 de mayo de 2023, https://telex.hu/tech/2023/05/15/mesterseges-intelligencia-haboru-orosz-ukran-palantir-most-kezdjuk-csak-latni-mire-is-kepes-a-mesterseges-intelligencia-egy-haboruban.
Las diez sorpresas de la guerra
Por Emmanuel Todd
Emmanuel Todd predijo 15 años antes la caída de la URSS. En su último libro vaticina, como un hecho inevitable y en curso, la derrota de Occidente.