Por esta vez, con información visual.
A propósito de esta foto olvidada de Charles Trainor, la pregunta de hoy para nuestros panelistas es larga, pero elemental:
―¿En 1959, Fidel Castro ya le compraba tanques de guerra al mundo capitalista o fue el dictador Fulgencio Batista quien los tenía escondidos en un almacén?
En cualquier caso, la historia de la Revolución Cubana no es la historia de la Revolución Cubana, sino la crónica de una traición que empezó con una invasión militar. Fuimos invadidos por guajiros manejando un armamento de manufactura estrictamente norteamericana.
El resto es mito, mojones de la Guerra Fría explicada a los niños.
Por lo demás, la imagen de este lunes de post-revolución, publicada en 2017 por el diario chileno La Tercera, ni siquiera parece tomada en Cuba. En eso todos los cubanos estaremos de acuerdo, supongo.
Lo más probable es que se trate de un papelazo, por culpa de un negativo que se traspapeló. Me juego lo que vos querai a que nadie reconocei ese malecón ocupado por los milicos, po.
En 1959, los cubanos no éramos así. Aunque, también en 1959, los cubanos muy pronto seríamos así. El totalitarismo es una máquina del tiempo. La sombrilla nuclear de un mago Made in Marx.
Digamos entonces que se trata del malecón de Colombia o Guatemala o República Dominicana, no de la capital cosmopolita de Cuba. Sin olvidar, por supuesto, que desde el día cero el subdesarrollo castrista trocó a La Habana en Tegucigalpa: una ciudad del interior, atrapada en una historia que no tiene afuera.
Ni para cuando acabar.
Es decir, que acabó con todo.
Les repito a los televidentes que hoy pueden consultar en pantalla la información visual. Por su parte, los panelistas cuentan, como de costumbre, con diez oportunidades de error para adivinar la ciudad del equívoco de Charles Trainor.
Y olvídense de mi pregunta inicial. Estamos en el 2022 y ya da lo mismo si los tanques de guerra se los compró Fidel Castro al mundo capitalista o si fue el dictador Fulgencio Batista quien los tenía escondidos en un almacén.
Los cubanos tenemos que mirar al futuro. Léase, del miércoles 31 de diciembre de 1958 hacia atrás.