Por este lunes de post-revolución, les dejo este testimonio gráfico de Korda, que viajó con su tan amado ‘top model’ de verde olivo (porque Fidel fue quien hizo fotógrafo al cheo publicista de Korda, eso que nadie lo dude).
Lunes de Post-Revolución
Cada lunes, OLPL transcribe la historia fotogénica de la Revolución Cubana. Póstumas fotos del naufragio. Utopía de píxeles. Sin patria, pero con amor.
Pow Wow, The Cuban Boy
El indio está solo en alma. Es un misionero de los ‘Creek Indians’ de Oklahoma. Un nombre que, en aquella Habana trans-capitalista del viernes 17 julio de 1959, seguro sonaba a algo así como un buen equipo de básquet.
El cancerbero de la Revolución
Es posible que la Revolución Cubana no hubiera existido sin la figura secundaria de Raúl Castro.
Imbecilismo blanco
Fueron los Proud Boys de la Revolución Cubana. Pedantes hijos de burgueses que salieron de sus country…
La doncella y el miliciano
Son la doncella y el miliciano. Están a punto de quitarse cívicamente la ropa, para celebrar así el eros del último enero de aquella década descomunal.
Filosofía del frozen
Un Premio Nobel de Literatura latinoamericano contaba que vio a Fidel Castro tragar 18 bolas de helado, mientras hablaba y hablaba…
Los tigres y el niño
Fidel Castro le dijo a Marita Lorenz, sin el más mínimo atisbo de pedofilia: A mí no me va a pasar como al tigre ese. A mí nunca nadie me va a enjaular.
Cuba capicúa
Era la primavera de 1971. En La Habana, el Estado cubano le imponía a un poeta oficial la epifanía estalinista del ‘mea culpa’ que terminaría por catapultarlo al exilio. Un exilio sin retorno, de por vida.
Antes de nacer
En la foto, Allende va como resignado. Triste como un títere todavía con cuerda, parece marchar hacia el patíbulo, escoltado ya por algunos de los cubanos que en un par de años le van a volar la tapa de los sesos.