Ser un cineasta político o escandaloso no es ninguna vergüenza para un intelectual. Pero sería tonto considerar que ‘Santa y Andrés’ pudiera avanzar por el mundo sin el manto gris de la censura, que asusta y a la vez te muestra quienes son tus amigos en las malas, en lugar de esos cómplices puntuales que están ahí cuando las cosas marchan.
Sociedad
Relato de anticipación
Odio a Fidel Castro.
Odio a Raúl Castro.
Ese odio no es el mío. Pero es sin duda el de al menos algunas personas que están hoy en esta sala. Lo adopto simplemente por su forma. No debería darle temor a nadie.
El átomo, Angola, el sida, y ‘Santa y Andrés’
Los hijos de este “hombre nuevo” frustrado a la larga, ahora desandan los tiempos de sus padres. Fueron niños que apenas vieron en el blanco y negro de los televisores soviéticos las batallas espaciales del Halcón Milenario y la Enterprise, y acumulan muchas dudas.
Ciertas confusiones literarias
En un país como el nuestro, donde los escritores no tienen prácticamente ninguna oportunidad de ejercer un poder real, el pasajero y eficaz poder dentro de un jurado es un regalo inestimable.
Westworld: despertar en un mundo abierto
Me llevo el casco a la cara y escucho las sirenas de los patrulleros que se acercan. Vienen raudos a arrestarme, furiosos. Enciendo sin prisa un cigarro y sonrío. Miro a través de la ventana mi ciudad, mi mundo tan distinto de ese otro que aún reclama en la consola mi atención. Un mundo hecho de píxeles, variables y funciones matemáticas.
Calle Rimbaud
El exilio me ha vuelto a su manera mudo. O lo fui durante años, poco antes de salir de la Isla. Ahora soy un hombre libre, pero mudo. Un mudo acaso bilingüe.
Glosas en rojo y negro
Ya es absurdo periodizar el deporte cubano antes y después de 1959; tendría que ser antes y después de 1989. El derribo del Muro de Berlín es directamente proporcional al declive del sector atlético en Cuba.
Los placeres vigilados
¿Qué imágenes nos quedan de la particular epopeya de las comidas y las bebidas del Máximo Líder, aquel que nos prescribió la frugalidad como ley revolucionaria?









