Sabíamos que el sonido metálico de la reja podía significar la libertad.
José Alejandro Rodríguez Gelin[1]
En los primeros meses de este año, el Estado cubano anunció un proceso de excarcelación anticipada de 553 presos. No se dieron mayores detalles, mucho menos respecto al criterio utilizado para la elección de los reclusos que se verían beneficiados. Después de aproximadamente tres meses, organizaciones de la sociedad civil cubana, con la ayuda de activistas independientes y de los propios familiares de los presos, registraron un número inferior a 300 presos políticos favorecidos por la medida. El resto de los desencarcelados, presumiblemente fueron presos comunes.
El Observatorio de Derechos Culturales realizó un monitoreo constante y en tiempo real del desarrollo de las excarcelaciones de cara a la comunidad de artistas presos. La presente actualización busca, en primer lugar, reflejar los datos de los creadores que continúan cumpliendo su sanción sin internamiento, así como sumariar la incorporación reciente de nuevos casos a la Campaña de Artistas Presos.
La metodología puesta en práctica por el Gobierno se basó en una estrategia de partición en dos etapas, con la intención bastante obvia de desmovilizar y chantajear a los presos (y por extensión a sus familias) no contemplados en la primera fase. Durante la vuelta inicial, fueron excarcelados la artista visual holguinera Jessica Lisbeth Torres Calvo, el también artista plástico bejucaleño Ángel Miguel Martín Caro, y los raperos Marco Antonio Pintueles Marrero, Randy Arteaga Rivera, y Marlon Hitachi Paz Bravo, de Holguín, Santa Clara y La Habana, respectivamente. Luego de una pausa de varias semanas, recomenzó el proceso que, en esta segunda oportunidad, llevó a su casa a los músicos urbanos Yunaiky de la Caridad Linares García y Rolando Sardiña Fernández (Koka), ambos de La Habana.
Los excarcelados, sin embargo, no salieron de manera definitiva de nuestra campaña, ya que no fueron completamente liberados, solo cambiaron la forma en la que cumplirán el resto de su condena. De artistas presos con internamiento, pasaron a ser artistas condenados sin internamiento, ya que todos los mencionados salieron de las cárceles bajo el peso de la figura legal de libertad condicional. A esto hay que añadir el deterioro físico notable que presentaban, en algunos casos también con daños preocupantes en su salud metal, resultado del prolongado estrés y los episodios de violencia sufridos y/o presenciados dentro de los diferentes centros penitenciarios. Luego de los reajustes numéricos correspondientes, podemos listar 17 creadores en prisión y 11 cumpliendo sanción en sus casas, para un total de 28 artistas presos.
La incoherencia de este irregular proceso de excarcelaciones se evidencia, por ejemplo, en que varios de los no incluidos cumplen sentencias que están a punto de expirar, por lo que solo se les adelantaría poco del tiempo que resta para que concluya la penalización. Ejemplo de esto son los casos de Yasmany González Valdés (El libre), sancionado a cuatro años de privación de libertad, así como Luis Manuel Otero Alcántara y José Alejandro Rodríguez Gelin, condenados a cinco. Para estos tres casos las leyes y reglamentos del sistema penitenciario parecen no existir, revelando que, más que incoherencia, estamos en presencia de una táctica premeditada de revictimización de aquellos presos y familias que se han mantenido frontales ante el aparato represivo, a lo que se suma el cálculo macabro de cuáles pueden funcionar como moneda de cambio llegado el momento de una negociación internacional que oxigene al régimen.
Resaltamos que estos tres artistas muestran signos claros de deterioro acelerado de la salud. Yasmany, recluido en el Edificio 3 del Combinado del Este, ha venido presentando problemas estomatológicos desde que fue encarcelado, con crisis agudas de neuralgia. Tanto él como su esposa, Ilsa Ramos, han sido hostigados sistemáticamente por la Seguridad del Estado, que se ha cebado en la vulnerabilidad familiar extrema por la demanda de atención de un hijo que presenta autismo severo. En las últimas semanas, tanto del Comité Militar de su zona, como de parte de la Seguridad del Estado, han ido a citar a Ilsa a razón de la entrada en edad militar de su hijo mayor, abocado al llamado del servicio militar obligatorio. Empero, el joven tiene un cuadro de epilepsia que lo hace convulsionar recurrentemente, por lo que debería causar baja militar automática.
En junio, Yasmany, que lleva meses escribiendo cuadernos ilustrados de estilo naif, envió una conmovedora carta a nuestro Observatorio que culmina con estas palabras: “Las personas sueñan con unicornios y otras cosas mitológicas y algunos apoyan su existencia, aun sabiendo que son fantasías, entonces, ¿por qué yo no puedo soñar con una Cuba libre?”.
Fragmento ilustrado de carta de Yasmany González Valdés (El libre), enviada desde el Combinado del Este (2025). Fuente: Cortesía.
Por su parte, el joven residente en el municipio de Jovellanos, José Alejandro Rodríguez Gelin, padece de una condición crónica asociada a su sistema digestivo, con episodios regulares de gastritis. Sin embargo, no sólo no han accedido a otorgarle la licencia extrapenal, sino que, además, le han negado en tres ocasiones la libertad condicional.
Entre abril y mayo hubo un nuevo momento de tensión para Alejandro y su familia cuando le fue revocada la libertad condicional al opositor Félix Navarro, siendo regresado a la prisión de Agüica, en Matanzas. El prestigioso disidente había estrechado vínculos con José Alejandro, su ascendente moral y vocación pedagógica influyeron positivamente en los jóvenes presos políticos. Una vez estuvo de vuelta, Félix fue llevado a la enfermería del penal por su delicado estado de salud, pero durante los pocos días que permaneció en el destacamento, Gelin fue cambiado de cubículo, por lo que se temía que lo trasladaran a algún lugar intrincado con el objetivo de aislarlo.
En la cárcel de Agüica, como en tantas otras, hay brotes de tuberculosis y hepatitis, lo que mantiene a las familias de los presos en estado de alerta. A ello se adiciona la incertidumbre respecto a la trayectoria burocrática de los trámites inherentes al proceso penal, no habiendo recibido la madre de José Alejandro ninguna información acerca de la correspondiente rebaja de sentencia.
El caso de Luis Manuel Otero Alcántara continúa siendo de los más sensibles para la sociedad civil cubana. Restando menos de un año para el completamiento de la sentencia, tampoco ha recibido información sobre la rebaja reglamentaria. Para él no han existido los beneficios pactados con mediadores internacionales, ni se le han aplicado las atenuantes que conlleva ser un sancionado primario. Luis Manuel se mantiene firme gracias a su actividad creativa, en este último año ha compartido alrededor de cinco obras diferentes, la mayoría enfocadas hacia el reconocimiento y puesta en valor del poder social de la gente de a pie. A inicios de año nuestro Observatorio publicó una reseña crítica sobre dos de estos trabajos, pertenecientes a la serie Apolítico 2.0: Campesinos Felices 1938-2025 e Iré-Owó.
Portada de: Tenemos que salvarnos entre nosotros (2025). Fuente: ODC.
Es importante recalcar que la mayoría de las obras que Luis Manuel ha conseguido hacer y/o distribuir desde que está en prisión, deben su existencia a dinámicas colaborativas estimuladas por el propio artista, contando con la labor indispensable de las curadoras responsables de su estudio, Claudia Genlui Hidalgo y Yanelys Núnez Leyva, así como con la implicación de otros artistas amigos. El 23 de mayo, la artista y académica Coco Fusco inauguró la muestra He aprendido a nadar en seco, en el MACBA, Barcelona, donde incluye El pódcast perdido de Aponte, obra plural con idea de Luis Manuel. Se trató de una instalación creada a partir de descripciones vía telefónica desde la prisión, las cuales fueron entregadas a otros colegas y amigos del líder del Movimiento San Isidro (MSI), encargados de hacerlas realidad.
En mayo de 2025, Luis Manuel fue galardonado con el premio Václav Havel a la disidencia creativa, otorgada por la ONG norteamericana Human Rights Foundation. En la gala de premiaciones, ocurrida en Oslo, Noruega, se escuchó la voz de Luis Manuel Otero: “Entre el sufrimiento personal y colectivo, me siento un privilegiado en este momento de oscuridad nacional Una luz rompe la oscuridad y me convoca a seguir luchando por el otro. Le pido que nos ayuden y nos acompañen en nuestra lucha”. La visibilidad alcanzada en predios internacionales por el artista y activista, irradia a todos los presos políticos cubanos, contribuyendo a romper el silencio y la complicidad alrededor de la crisis de derechos humanos en Cuba.
Resulta difícil hablar de Luis Manuel Otero sin pensar en Maykel Castillo Pérez, músico contestatario que ya rebasa los cuatros años de una condena de nueve que cumple en la Prisión de Máxima Seguridad del Km 5 ½ en Pinar del Río. Maykel Osorbo, como es conocido por la mayoría de los cubanos, atraviesa una crisis ortopédica que le afecta el ligamento que une el brazo con la clavícula, provocándole fuertes dolores musculares. Las molestias comenzaron justo después de una huelga de hambre que realizara en el mes de junio, periodo en el que fue aislado en un área de castigo ubicada a tres kilómetros del penal. En esa ocasión, el plante de Maykel estuvo provocado por la amenaza de traslado al oriente del país, otro recurso de desestabilización puesto en práctica contra el autor de Patria y Vida. Pasada una quincena, al retornar al espacio que habitualmente ocupa, se encontró con que habían cambiado a todos sus compañeros de galera, en un nuevo intento de aislamiento frente a la articulación social espontánea que, de manera orgánica, Maykel consigue en diversos entornos.
Cada año que pasa en la cárcel, también significa enfrentar desafíos para mantenerse no solo con vida, sino lejos de la violencia circundante, espada de Damocles que pende sobre su cabeza desde su infancia en los barrios pobres habaneros, y de la que lo salvó el encuentro con la cultura hip hop, adentrándose en las causales de la marginación social hasta llegar al activismo cívico como ruta de transformación de la realidad que moldeó su carácter, pero no extinguió la nobleza que hace posible su compromiso a ultranza con los destinos de la nación. En este mes de agosto Maykel cumple 42 años, el cuarto consecutivo tras las rejas, que si se totalizan a lo largo de su existencia suman quince, un gravamen a su humanidad que ha podido gestionar desde que se implicó en la causa de Cuba libre, superando las circunstancias adversas que lo condenaban al descarte.
En las vísperas de su cumpleaños, queremos celebrar la vida de Maykel Osorbo con un fragmento de uno de sus últimos temas, escritos en la cárcel:
Victoria sin derrota
No basta con ideas turbias y una senda estrecha,
mucho menos compararte la derecha con la izquierda.
No basta una sonrisa que dibuje un pensamiento,
mucho menos olvidar los tristes acontecimientos.
No basta ser amado por hermanos que te anhelan
y cerrar los ojos de los mismos, por más que nos duela.
No basta que el deceso cumpla un término en la vida
y tener que sepultar a nuestra gente más querida, ¡coño!
Desde una cárcel del Guatao, en La Habana, una mujer sigue plasmando con palabras su sacrificio mientras describe con su cuerpo el significado de la dignidad. Su nombre es María Cristina Garrido, madre, poeta y líder política del Partido Republicano de Cuba. Cumple una sentencia de ocho años de privación de libertad como sancionada primaria y, a pesar de ello, no resultó elegible para ser excarcelada en el proceso de inicios de año. Por el contrario, la mantienen bajo estricta vigilancia en régimen de máxima severidad.
Por varios meses, la familia de María Cristina ha venido denunciando el hostigamiento al que la Seguridad del Estado la somete, utilizando a presas comunes como herramienta de la estrategia implementada para amedrentarla. Ella responde con firmeza, pero también con creatividad, refugiándose en sus poemas, a los que el Estado represor también teme. Autora de una obra previa, ha sido homenajeada en más de una ocasión por Pen Internacional y dos poemarios suyos han sido publicados: Voz cautiva, que vio la luz en 2023 gracias a Ediciones Deslinde y Examen de tiempo, a cargo de Ilíada Ediciones, en 2022.
En el video realizado por el ODC como homenaje a los manifestantes del 11 de julio, y que estrenamos en el evento conmemorativo de las protestas efectuado en México recientemente, cerramos justa e intencionadamente con la robustez poética de María Cristina Garrido; una forma humilde, y a la vez sensible, de ubicarla en el sitio especial que su coraje e integridad le han ganado para la historia.

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Entre los artistas que experimentaron alguna mejoría de su situación después del proceso de excarcelaciones, están Elier Padrón Romero y Dayán Gustavo Flores Brito, a los que les otorgaron el traslado a centros penitenciarios de menor severidad, conocidos como campamentos. Elier, artista visual que en pocos meses cumple los 30 años de edad, y que expira una sanción de 10, fue enviado al establecimiento penal conocido como “el 16”, ubicado a un lado de la Prisión 1580, en La Habana.
Por su parte, aunque a Dayán lo pasaron a mínima severidad, lo mantuvieron dentro del Combinado del Este, en la llamada Zona 0. Ambos han podido acceder a los pases reglamentarios que les permiten pasar horas junto a sus familias. Estas ocasiones son aprovechadas por Dayán para retomar su carrera como músico urbano, que había quedado trunca con el encarcelamiento. No obstante, este artista no olvida a sus hermanos de causa que permanecen entre rejas, tampoco su pertenencia al grito de libertad que significó el 11 de julio de 2021; a todas las familias de los presos políticos dedicó un poema en este cuarto aniversario, nuestro Observatorio tuvo el honor de ayudar a divulgarlo.
El seguimiento que desde esta campaña hacemos de los artistas presos, nos ha llevado a identificar nombres y a vislumbrar sensibles historias de vida, en las que no siempre logramos profundizar. Ese es el caso del también músico del género urbano y residente de La Güinera, Wilmer Moreno Suárez, al que se le adjudicó una de las sentencias más largas expedidas por los tribunales: 18 años de privación de libertad. Wilmer, cuyo nombre artístico es Míster Will D´ Cuba, continua sin cambios sustanciales cumpliendo su larga condena en el Edificio 1 del Combinado del Este, en la capital.
Cerramos este segundo ciclo de actualizaciones con los dos artistas residentes en el oriente del país. Se trata del camagüeyano Virgilio Mantilla Arango, del municipio de Céspedes, y del santiaguero Ibrahim Domínguez Aguilar, de Contramaestre.
Virgilio Mantilla Arango tiene una larga trayectoria en la oposición, habiendo pertenecido a organizaciones como la Unidad Agramontina, el Movimiento Opositor Juventud Despierta y la Coalición Unitaria Compromiso Democrático. También es conocida su acción de apoyo al Movimiento San Isidro en 2020, cuando estaba transcurriendo el acuartelamiento en la sede de la calle Damas 955, que provocó que le fuera construida su primera causa penal por “acaparamiento” y una sentencia inicial de siete meses de prisión.
Cumplió esa condena en junio de 2021, a menos de un mes de las protestas del 11J, pero volvió a ser procesado y sentenciado a tres años de privación de libertad por escribir un cartel antigubernamental en ese mismo mes. Esta criminalización se concretó aun cuando el dueño de la propiedad privada donde fue colocado el cartel no quiso formular denuncia alguna contra él. Así mismo, en junio de 2024, a pocos meses del término de su segunda sanción, fue llevado nuevamente a juicio en el Tribunal Provincial de Camagüey y su condena se alargó por diez meses más, esta vez por el presunto delito de Desacato.
Durante todos estos años la salud de Virgilio se ha deteriorado ostensiblemente, sobre todo a causa de dos hernias discales que lo aquejan y a la negación sistemática de asistencia médica. A ello hay que agregar las secuelas de las huelgas realizadas y los abusos contra él cometidos. En el mes de marzo, el Observatorio de Derechos Culturales lo incluyó en una serie dedicada al Día Internacional de la Poesía, con un fragmento de su poema La puesta de sol.
A inicios de julio del presente año, familiares y vecinos de Virgilio fueron avisados de que el veterano luchador podía haber fallecido en prisión, noticia que trascendió rápidamente y alarmó a la sociedad civil, sobre todo en las filas de la oposición tradicional. La movilización conseguida en pocas horas, ayudó a que la confusión fuera disipada y el propio Virgilio telefoneara a su casa para decir que estaba vivo.
Mientras redactamos esta actualización, recibimos la noticia de la liberación de Virgilio Mantilla Arango por cumplimiento total de sentencia. Como en los casos de los excarcelados con anterioridad, daremos seguimiento y respaldo a su trabajo artístico.
Ibrahim Domínguez Aguilar es un joven que cumple 10 años de cárcel en la temida Prisión de Máxima Seguridad de Boniato. A pesar de vivir tan lejos de la capital, su afiliación a la cultura hip hop lo llevó a pasar temporadas esporádicas en La Habana en su primera juventud, donde conoció y compartió con Maykel Osorbo y Eliexer El Funky.
En el contexto de las protestas nacionales comenzadas el 11 de julio de 2021, Ibrahim y unos pocos valientes movilizaron a la gente en su municipio Contramaestre, lo que atrajo sobre sí el ensañamiento de la Seguridad del Estado emplazada en la localidad, que organizó un operativo enorme para ir a sacarlo de su casa violentamente. Así mismo, los abusos no le han dado tregua en la cárcel, reiterándose en su persona la negativa del acceso a atención sanitaria como método de tortura, incluyendo servicios estomatológicos de primera necesidad que lo hacen soportar el dolor físico con impactante estoicidad. Las palabras de Ibrahim siempre son: “ellos pueden hasta matarme, pero yo tengo principios y no voy a ceder, cueste lo que cueste”. Actualmente, el rapero está padeciendo de erupciones cutáneas en el cuero cabelludo, presuntamente a causa de una bacteria adquirida por la ausencia de condiciones higiénicas básicas en el penal.
Para concluir, queremos volver a las implicaciones nefastas que el proceso de excarcelaciones tuvo en el ánimo de los presos políticos y sus familias, expuestas a constante estrés e intensificación de las amenazas. Los cinco presos que ya han sido revocados constituyen un argumento irrebatible de la carencia de fiabilidad del Gobierno cubano ante la comunidad internacional en contextos de negociación y diplomacia. La naturaleza macabra de la casta política que controla los destinos de Cuba y su pueblo, se revela frente a cualquier atisbo de pérdida del control absoluto, por lo que cualquier precaución es poca si el objetivo es mantener no solo la vida de los presos políticos, sino también su dignidad.
Transcurrían los días de las excarcelaciones cuando varios presos contaban a sus madres que apenas dormían porque cada reja que se abría o cerraba podía ser el indicio de la tan anhelada libertad. Ese sonido metálico tan familiar y desagradable para todos ellos, mutó temporalmente en un sonido de esperanza que tornó a tan ficticia como cruel.
Para luchar contra le desilusión y la impotencia que sobrevino al terminar la negociación, el colectivo de investigadores del ODC apostó por continuar trabajando con estos artistas encarcelados, ayudándolos a delinear mejor sus expresiones creativas, de manera que sus voces no sólo lleguen más prístinas a las redes sociales, sino que puedan trascender su inmediatez y fijarse en la memoria colectiva a largo plazo. Para esto hemos comenzado a recopilar y ordenar poemas, cartas, dibujos y letras de canciones, en pos de conformar una colección imprimible una vez concluido el proceso de edición. Este tiempo de sacrificio, dolor, integridad y decoro, merece ser contado desde la resiliencia de quienes reinventan su humanidad entre los claustros del horror del castrismo.
Nota:
[1] Estudiante universitario y poeta encarcelado por participar en las protestas populares del 11 de julio de 2021.

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