Con 1917, Sam Mendes consigue una de las obras bélicas más pulcras y neutras del séptimo arte, equidistante tanto de panfletos pacifistas como de idealizaciones chovinistas.
Con 1917, Sam Mendes consigue una de las obras bélicas más pulcras y neutras del séptimo arte, equidistante tanto de panfletos pacifistas como de idealizaciones chovinistas.