¿Hay una historia? Si hay una historia comienza en los años 90, a mediados de una década dura, aguda. Como un clavo de hierro sobre la tierra al mediodía. De aquella década nadie, creo, recuerda el invierno. Al menos yo no puedo recordarlo. Solo la canícula, la fatiga, el áspero alcohol producto de una alquimia de posguerra. Y los sueños.