Siempre me llamó la atención un autorretrato poco conocido de Ángel Acosta León. El joven artista agarró un trozo de ventana, porque no tenía ni para comprar lienzo, y se dibujó en ella. Aparece medio de espaldas, con el rostro ladeado, exactamente en el mismo ángulo del famoso autorretrato de Van Gogh, con quien quizás simpatizaba.