Paula nació el viernes después de 24 horas de tortura, tras una imperdonable secuencia de violencia obstétrica. Todavía estoy tratando de entender cómo pudo suceder esto en la sala más calificada del Hospital Materno Ramón González Coro, el más calificado de La Habana. ¿Protocolos enyesados? ¿Indolencia medica? ¿Indiferencia?