El tiempo de vida de Megatiburón vs. Pulpo Gigante coincidió con nuestra ruptura como pareja. Sí se puede, caballer@s: Paolo y yo dejamos de ser la dupla romántica para convertirnos, ímpetu laboral mediante, en una fusión de monstruos marinos prehistóricos. Así seguiremos, siempre y cuando nuestro impulso y la revista nos lo permitan.