El cine cubano perdía autonomía como arte y, acorde con las directrices leninistas, transmutaba, junto a otros medios de comunicación, en mero instrumento ‘agitprop’ del Estado.
El cine cubano perdía autonomía como arte y, acorde con las directrices leninistas, transmutaba, junto a otros medios de comunicación, en mero instrumento ‘agitprop’ del Estado.