Escribo estas páginas a los 82 años de edad, embrujado por mis dos décadas dentro de la Revolución y mis tres décadas obligado a prestar atención al realismo de Sancho.
Escribo estas páginas a los 82 años de edad, embrujado por mis dos décadas dentro de la Revolución y mis tres décadas obligado a prestar atención al realismo de Sancho.