El discurso “político” se vuelve nuestro enemigo. Solo intentar mirarnos en el espejo de la identidad cubana a través del discurso de los artistas nos devuelve una falacia.
El discurso “político” se vuelve nuestro enemigo. Solo intentar mirarnos en el espejo de la identidad cubana a través del discurso de los artistas nos devuelve una falacia.