Para el nuevo año, quiero que la reprimenda se me cuele en cada hendidura: por no decir todo lo que tengo que decir, por no ser justa y crítica con todo lo que debo ser justa y crítica, por no amar todo cuanto debo amar. Gracias a quienes no pararon de soñar y se metieron hasta el fondo en el amoníaco duro de la independencia.