No hay de qué quejarse. Este no es país para lloricas. En estas memorias apócrifas inoculo un trozo de un himno de combate de Tata Güines: “Tápale la boca a ese perico que está llorando”, relacionándolo con un discurso donde Fidel Castro se responsabiliza del desastre de la Zafra de los Diez Millones.
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Con dos que se quieran… ya tenemos Generación Cero
Necesito unos segundos de reflexión para tratar de explicarles qué diablos pasa con los narradores de la Generación Cero y por qué muchos de sus libros me parecen de una ridiculez inenarrable. Digamos que se trata de textos que no tienen o no conducen al clímax. O como también se le conoce en el CENESEX: “templar sin venirse”. Lo de la Generación Cero es la narrativa tántrica.
La Generación Cero y la mierda de los koalas
Seamos benévolos, porque que con la Generación Cero todo es literatura. Oye, ¡todo es literatura cubana! Mi iPhone es literatura, mi Instagram es literatura, mi teta y mi pubis depilado son literatura, mi pene es superliterario, mis preferencias sexuales son literatura, mi disidencia…
Habana Underguater
Lo que pasó: me encerré en el búnker un sábado por la noche a leer Habana Underguater. Era fan de Erick J. Mota por esos días y un tipo obeso y paranoide me cambió una edición improvisada de Habana Underguater por un DVD original de Blade Runner.
Narcotización
Cuando el problema parece demasiado grande, cuando nos enseñan demasiada realidad, tendemos a cerrarnos en banda. Nos resignamos. No hacemos nada porque el desastre parece inevitable. Estamos atrapados. Eso es la narcotización. Así vivimos los cubanos, asegura. El Estado nos tiene narcotizados.
Kozer, el derrotado
Va a ser una matanza. Empieza la carrera por el Premio Nacional de Literatura en Cuba. Comienzan las nominaciones. El conteo de esperma. La ovulación. El hurra hurra institucional. Va a haber sangre, sudor y algunas lágrimas.
Sabor metálico
“Pregúntale sobre las demandas por acoso sexual de los estudiantes de Yale”, me dice un amigo cubano-americano con la suficiente cantidad de información palaciega como para no aburrir jamás, “si no te devuelve el correo, es culpa mía”.
Una entrevista con Roberto González Echevarría
La metamorfosis
Hay que quitarle el “aura”, ese falso zen al arte contemporáneo y a su espacio. Estamos hartos de su diseño cuidado, de los precios ridículos y el aspecto de regalo de Pascua perfecto de algunas obras.