En un país “administrado”, desde la base hasta la cima, desde la casa hasta el Ministerio, por “los cojones” de los más fuertes, los más obcecados, los más obsesos, las mujeres han llevado una carga apabullante sobre sus hombros.
En un país “administrado”, desde la base hasta la cima, desde la casa hasta el Ministerio, por “los cojones” de los más fuertes, los más obcecados, los más obsesos, las mujeres han llevado una carga apabullante sobre sus hombros.