Sentí la represión creciente del régimen como revolucionaria radical, que era como yo me definía. La homofobia me pareció retrógrada, catastrófica para el país entero. Sin embargo, la represión que sentí desde que tuve uso de razón, fue por ser mujer. Lo viví de niña, de adolescente, y de joven adulta. Hasta que me fui del país.