En el otro lado de la casa construí un refugio. Te dejé la tapa abierta para que puedas encontrarlo fácilmente. Si algo llega pasar, escóndanse allí. También puedes usarlo como celda de castigo para ella. Mi hija tiende a ser muy fuerte y testaruda, pero recuerda: todavía es una niña, la clave está en no demostrarle miedo.