A nadie en los Estados Unidos le importa La vida es silbar. Eso es un hecho. Nadie se identifica con su pobre simbología poética y, por eso mismo, tan conmovedora para mí y los míos.
A nadie en los Estados Unidos le importa La vida es silbar. Eso es un hecho. Nadie se identifica con su pobre simbología poética y, por eso mismo, tan conmovedora para mí y los míos.