De máquina respiradora a máquina respiradora, una muerte lenta. Nadie sabe por qué se muere el hijo que soy. Que nadie diga nada. Los médicos chocan entre ellos a la hora de decir cuál es el estado del paciente. Lo saben, pero no lo dicen. Tocan mi cabeza, pero no confiesan. De muertes a muertes, lo que aprendí no se lo digo a nadie.