Etiqueta: Mariel

Miami: Quo Vadis? - Janet Batet

Miami: Quo Vadis?

“Cuando vivía en La Habana, Miami era el lugar de la ‘gusanera’, pero también el paraíso anhelado por muchos que —mientras apuraban el paso en alguna marcha convocada por el desgobierno contra el imperio— cruzaban los dedos esperando la suerte del ‘bombo’”.

Libros viejos y porcelana - Roberto Valero

Libros viejos y porcelana

A Jaime lo expulsaron de la Universidad de La Habana el cinco de febrero de 1980 y ya para entonces había perdido el contacto con Sonia. En Matanzas vagaba inútilmente buscándola, pero no había casa que se llenara de mercancía pirata, ni donde comprar una bailarina de porcelana.

El ingeniero - Fernando Villaverde

El ingeniero

Comenzaba la desbandada del Mariel cuando avisó a sus familiares floridanos que quería partir y les pidió que gestionasen sin demora su salida. Noticia que tomó a todos por sorpresa; jamás había dado el menor indicio de que pensase dejar el país, de que vacilase su fidelidad.

Ana Mendieta, Anthony Fauci y el terreno perdido entre las bestias - María Cristina Fernández

Ana Mendieta, Anthony Fauci y el terreno perdido entre las bestias

El virus (y su efecto mediático) está haciendo estragos desde hace meses, pero seamos justos: este microorganismo nos ha traído beneficios a algunos mortales: sosiego, permanencia en el hogar, preparar con calma los alimentos, dormir lo necesario, pasar más tiempo con quienes amo… Y he aquí que de pronto estoy pensando en animales.

Eddy Campa

Dos relatos

Cierta vez, reconocido por uno de mis perjudicados, tuve que escabullirme entre el gentío del Downtown de Miami huyéndole a las voces y gestos que me acusaban de embaucador. Hubo quienes, como es natural en estos casos, se me quedaron mirando; pero yo, sin aminorar el paso, miraba hacia el cielo para confundirlos.

El adiós a la Virgen - José Abreu Felippe

El adiós a la Virgen

La idea es que el tormento dure varios días (dependiendo del peso del sujeto), sin matarlo, que el palo vaya separando los órganos vitales sin lesionarlos, hasta alcanzar el cerebro. Claro, eso casi nunca ocurre, dijo ELLA.