A diferencia del escenario artístico anterior a la Revolución, cuando la prensa hablaba con regularidad sobre las tendencias no figurativas, en 1966 las publicaciones sobre el tema podían contarse con los dedos de las manos.
A diferencia del escenario artístico anterior a la Revolución, cuando la prensa hablaba con regularidad sobre las tendencias no figurativas, en 1966 las publicaciones sobre el tema podían contarse con los dedos de las manos.