En la Galería Servando, el artista Nelson Jalil presentaba Confundir el lunes con el domingo. Los cuadros y las pequeñas instalaciones me trasladaron a una sensación de seguridad tremenda. Todo estaba bien. No existía ningún virus. No había problemas. Lo que tenía al frente era lo más importante.
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Francisco Barreiro: “¿Queremos hacer una película? Hagámosla”
Francisco Barreiro es uno de esos actores que siempre te sorprenden para bien. Como un experimentado equilibrista, pasito a pasito, se ha hecho una carrera llena de títulos sorprendentes. Sin ninguna pisada en falso. Películas certeras, que además de entretenernos y hacernos volar la mente, nos dan una esperanza.
La rumba del diablo
Los videos, las directas, los live, las tiraderas: me parece que los cubanos y las cubanas, allá, acá, acullá, andamos como pollitos ciegos chocando contra el mismo cascarón. Este le dice a aquel, el otro le dice al otro. Y así andamos entretenidos mientras el diablo, en algún lugar cómodo, se toma un vasito de Coca-Cola con hielo y se echa otro show.
Sombras de mi nueva normalidad
Caminar La Habana Vieja estos días es algo raro. Parece el escenario de una película de zombis. Hace poco, en la Mesa Redonda de la televisión estatal, estaban hablando de nuevas medidas para tratar de salvar un país que se hunde en el mar; al mismo tiempo, yo tenía a un amigo en el teléfono diciéndome: “Asere, somos sobrevivientes”.
Cuestionario inconcluso para Sigfredo Ariel
Pido perdón por el apuro de estas líneas. La gente que quería a Sigfredo Ariel, me va a entender. La vida lo pone todo en una perspectiva rara, y ahora, leyendo este cuestionario, me parece que le mandé una superficialidad tremenda. Igual me parece interesante, sobre todo para los que lo conocían, compartir las preguntas. La entrevista que no pudo ser.
Intercambio de sueños con Pablo Stoll
Yo no sé hasta qué punto Pablo Stoll es consciente de lo importante que ha sido su obra para mucha gente. Uno no hace una película para inspirar: uno hace una película porque tiene que hacerla. Sin embargo, hay obras que tienen la capacidad de mover a alguien, aunque viva a miles de kilómetros de distancia. El día que yo vi Whisky (2004), mi vida cambió.
Orestes Hernández: un mambí sin camisa arriba de un toro
Una amiga me enseña unas figuras de madera que me ponen a trabajar el coco. “¿De quién son?”, le pregunto. “De Orestes Hernández, un tipo que está fuera de liga”, me dice. Yo no estoy muy al tanto del arte cubano actual, pero me pongo a buscar en Internet y veo otras esculturas, instalaciones… Y veo una foto de Orestes Hernández. Me parece conocido.
Julio Hernández Cordón: cine de alma y de guerrilla
Julio Hernández Cordón nació en Estados Unidos en 1975, de padre mexicano y madre guatemalteca. Siempre ha sido un referente para mí, una fuerza infinita para poder hacer cine, aunque no tengas ni un peso. Su obra es difícil de catalogar, pero lo que nadie puede negar es que en sus imágenes hay una bomba tremenda.
Algo sobre mi madre
Hace poco mi madre me preguntó si yo de niño me abochornaba de ella. En las graduaciones y fiestas de la primaria, según mi madre, yo trataba de que ella no fuera. En ese momento, como en una película austriaca, yo no pude decirle a mi mamá: “No seas boba”. No. En ese momento yo solo me hice el ofendido. Hubiese sido más fácil decirle: “Te quiero”.
Las señales de mi padre
A veces me descubro haciendo las mismas muecas de mi padre. Sus mismos chistes. Me gustaría saber dónde están todos sus diseños. Los diseños de las portadas de los libros de la editorial Pueblo y Educación. Sus diseños para logos y marcas de algunas firmas extranjeras. Sería bueno tener todo eso en una cajita.