Desde las aulas de Praga hasta la selva africana y las calles de La Habana, Checoslovaquia trazó una red secreta de apoyo a la revolución mundial que unió armas, espías y guerrillas del Tercer Mundo.
Desde las aulas de Praga hasta la selva africana y las calles de La Habana, Checoslovaquia trazó una red secreta de apoyo a la revolución mundial que unió armas, espías y guerrillas del Tercer Mundo.