Desde cada punto de esa idea polarizada que es Cuba, se nos sigue invitando de forma explícita o taimada a definirnos desde posiciones binarias. Yo desde hace años tengo clara cuál es mi posición, e incluso así me cuesta bastante lidiar con mis contradicciones, que no son pocas. Pero como dice una amiga: menos de cinco contradicciones es dogmatismo.