He continuado denunciando el castigo ilegal del gobierno cubano a los profesionales, condenados a ocho años de separación familiar; así como el trabajo esclavista en las misiones médicas.
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Little Rose
¿Quién dice que un teatro es una funeraria? Yo vine a ver una representación teatral. Un espectáculo de variedades. Quien diga lo contrario no vino. Se lo perdió. Personaje protagónico: una ve-de-tte. La Rosa de Cuba. De Cuba y América. De Cuba y para el mundo. De todos y para el bien de todos.
Ibaé
Mi amiga Alba murió de un infarto. Murió Tomás, el encargado de mi edificio. Murió Sara, mi tía abuela. Me duele recordarla hospitalizada y respirando mal. Murió Rafa, abuelo de mi hijo. Un viejo sabio y muy jodedor. Antes de todos ellos, murió mi abuelo. He estado pensando en la muerte, y en las formas en las que he estado vivo.
Abracemos el contagio
Abracemos el contagio, convirtámonos todos ahora en la amenaza, que nuestros cuerpos se conviertan ahora en las propias bombas, que nuestras venas se conviertan ahora en los conductos y nuestra sangre en la dinamita, que nuestra propia respiración se convierta en lo que activa el mecanismo detonante.
Cuatro millones de ojos mirándote
Mi problema con la alteración, creo yo, deviene de mi problema con la temporalidad. En un nivel uno, comienzo a mezclar los eventos reales y los imaginados. En un nivel dos, comienzo a dar prioridad al tiempo imaginal. En un nivel tres, la temporalidad imaginal comienza a afectarme más que la real.
Circunloquio sobre la hija del carpintero
Alguien podría decir: he aquí una más de los que quieren hacerse un nombre a costa de nombrar a los que ya se han ganado el suyo. Pero se equivocan. Nosotros no queremos un nombre: los queremos todos y al mismo tiempo. Queremos ver arder el Kempinski como vimos arder Notre Dame. Somos las hijas putas que parió la mujer del carpintero.
Réquiem por la norma
Todos los sueños húmedos de mi generación tienen a Wendy Guerra como protagonista, dirigiendo una orgía guerrillera vestida solo con una boina verde olivo hecha por Gucci, mientras cabalga sobre Julio Antonio Mella. Y contrario a lo que pueda pensarse, esto tiene que ver más con el MeToo que todas las páginas que se han escrito al respecto.
I Can’t Breathe: ¿Podemos nosotros romper el estigma?
A raíz de las protestas por la muerte de George Floyd, vuelve a hacerse evidente este rasgo estereotipado del cubano en relación con la raza (a veces los cubanos se pasan de blancos) y, en este caso en específico, se pone en evidencia otro elemento esencial: la relación del cubano con el poder y la protesta.
Sobre el falso nacionalismo cubano
Los murales de gatos y negros bembones que hoy en día inundan el casco histórico de Camagüey (y que el tiempo, gracias a Dios, ha ido borrando) no tienen una gota de cubanidad. Son, única y exclusivamente, la idea del falso nacionalismo rellenando monederos: el falso nacionalismo a merced de una falsa nación.
Un día de sol y una canción de Orishas para avivar las gradas
Lloro porque hay un futuro en el que podremos regresar al arroz desgranado de nuestras madres, a los mambises descamisados y negros, a la Cuba judía y musulmana, a la conga donde no manda el CENESEX, sino la latica y el palo de mis primos más pequeños, mientras los mayores pueden, al fin, vivir de su salario. Lloro porque, en tierra orisha, se está arrimando un día de sol.