El problema de los opioides sintéticos ha generado alarmas en todo el mundo, y en el centro de esta crisis se encuentra el fentanilo, una droga que ha estado en el epicentro de la mayoría de las sobredosis en Estados Unidos. Pero, ¿qué es exactamente el fentanilo y por qué es tan peligroso?
¿Qué es el fentanilo?
El fentanilo es un opioide sintético, similar a la morfina, pero con una potencia que oscila entre 50 y 100 veces superior. Es un medicamento prescrito principalmente para el tratamiento de pacientes con dolor severo, sobre todo después de intervenciones quirúrgicas. También se receta a pacientes con dolores crónicos que ya han desarrollado tolerancia a otros opioides.
Dicha tolerancia se refiere al fenómeno donde el paciente necesita consumir mayores cantidades de la droga o hacerlo con mayor frecuencia para obtener el efecto deseado. Las versiones prescritas de fentanilo incluyen marcas como Actiq®, Duragesic® y Sublimaze®. Sin embargo, su uso ilegal ha sido el causante de una gran cantidad de muertes relacionadas con sobredosis en Estados Unidos.
Formas de consumo y riesgos asociados
El fentanilo prescrito por médicos puede administrarse de diversas formas: inyecciones, parches cutáneos o pastillas que se disuelven en la boca. Sin embargo, el problema más grande surge con el fentanilo ilegal. Esta versión sintética se fabrica en laboratorios clandestinos y se vende en formas como polvo, pastillas o incluso mezclado con otras drogas.
Los vendedores de drogas, buscando maximizar sus ganancias, mezclan fentanilo con sustancias como heroína, cocaína, metanfetamina y MDMA. Dado que una pequeña cantidad de fentanilo puede generar un “colocón” o efecto intenso, es una opción rentable. Este hecho representa un peligro considerable para los consumidores que, sin saberlo, podrían estar ingiriendo una droga mucho más potente de lo que creen, aumentando así el riesgo de sobredosis.
Efectos en el cerebro y el peligro de la sobredosis
El fentanilo, al igual que otros opioides, actúa uniéndose a los receptores opioides del cerebro. Estos receptores están involucrados en el control del dolor y las emociones. Una exposición constante a la droga puede hacer que el cerebro se acostumbre a ella, reduciendo su capacidad de experimentar placer de otras fuentes y potenciando la adicción.
Al consumir fentanilo, una persona puede experimentar diversos efectos como euforia, sedación, confusión, náuseas, entre otros. Sin embargo, el riesgo más grande es la sobredosis. Al consumir en exceso, la respiración puede hacerse lenta o incluso detenerse. Esta condición, denominada hipoxia, puede resultar en daño cerebral, coma o muerte.
Respuesta a la sobredosis: Naloxona
Dado que el fentanilo a menudo se mezcla con otras drogas, determinar cuál causó una sobredosis puede ser complicado. Sin embargo, existe un antídoto: la naloxona. Este medicamento puede revertir rápidamente una sobredosis si se administra a tiempo. No obstante, debido a la potencia del fentanilo, se pueden requerir múltiples dosis para estabilizar a la víctima.
La naloxona es tan vital que, en algunos estados de EE.UU., las farmacias pueden venderla sin receta, permitiendo a amigos o familiares administrarla y salvar la vida de alguien que haya sufrido una sobredosis.
La amenaza de la adicción
El fentanilo es altamente adictivo debido a su potencia. Aunque una persona siga las indicaciones médicas, puede desarrollar una dependencia, manifestando síntomas de abstinencia al cesar su consumo. Esta dependencia puede conducir a la adicción, una condición que se caracteriza por la búsqueda y consumo compulsivo de la droga, incluso a pesar de las consecuencias negativas.
Los síntomas de abstinencia del fentanilo incluyen dolores, insomnio, vómitos, movimientos incontrolables y un intenso deseo de consumir la droga.
Enfrentando la adicción: Tratamientos disponibles
Afortunadamente, existen tratamientos eficaces para la adicción al fentanilo. Estos incluyen medicamentos que actúan en los mismos receptores opioides, como metadona, buprenorfina y naltrexona. Estos medicamentos, combinados con terapias conductuales, pueden ofrecer a los pacientes una oportunidad real de superar su adicción y retomar el control de sus vidas.
El combate contra el fentanilo y su problemática en el ámbito de la salud pública sigue siendo una tarea pendiente en muchos países. Sin embargo, la combinación de concientización, prevención y acceso a tratamientos adecuados puede marcar la diferencia en esta lucha.
La guerra Rusia-Ucrania: presentación del dosier
“La guerra Rusia-Ucrania” es un dosier coordinado por los sociólogos Bálint Madlovics y Bálint Magyar para Hypermedia Magazine.