A medida que aumentan las tensiones entre Hamás e Israel, el sistema de defensa antimisiles de última generación israelí, conocido como Cúpula de Hierro, emerge una vez más como un escudo vital en la defensa de sus ciudades y ciudadanos.
La tecnología detrás de la Cúpula de Hierro
Desarrollado como respuesta a la creciente amenaza de misiles de entidades hostiles vecinas, el sistema Cúpula de Hierro de Israel se erige como una tecnología militar de vanguardia. Pero, ¿cómo funciona?
Ante todo, se trata de un sistema móvil para todo tipo de condiciones meteorológicas, diseñado específicamente para neutralizar proyectiles de corto alcance. Estas amenazas suelen proceder de Hamás, en Gaza; y de Hezbolá, en el Líbano.
Cuando detectan una amenaza por radar, las baterías de la Cúpula de Hierro lanzan misiles interceptores equipados con ojivas de proximidad. Estas ojivas dependen de los sistemas de comunicación para obtener datos de orientación, lo que garantiza la precisión de la interceptación. El sistema es capaz de neutralizar amenazas a una distancia de hasta 70 kilómetros. Además, su inteligencia le permite ignorar proyectiles que se prevé que impacten en zonas despobladas, maximizando así su eficacia.
Proteger todo el territorio israelí no es tarea fácil. Para garantizar una amplia cobertura, Israel ha colocado estratégicamente al menos 10 baterías Cúpula de Hierro en todo el país. Cada batería tiene capacidad para defender casi 100 kilómetros cuadrados de terreno, protegiendo tanto a civiles como a infraestructuras críticas.
Es esencial comprender que la Cúpula de Hierro no es la única capa de protección. Israel cuenta con una red de defensa antimisiles estratificada que responde a amenazas de proyectiles de alcance bajo y medio, superior y exoatmosférico.
Evaluación del impacto de la Cúpula de Hierro
Desde su primera interceptación con éxito de un proyectil hostil en abril de 2011, la eficacia de la Cúpula de Hierro no ha dejado de aumentar. El sistema tiene ahora una tasa de éxito de aproximadamente el 90%.
Su valor quedó patente durante la guerra de 11 días de mayo de 2021. A pesar de que los grupos militantes de Gaza lanzaron al menos 4000 cohetes, la Cúpula de Hierro, junto con otros mecanismos de defensa, garantizó que el número de muertos se mantuviera en 13 israelíes. Comparativamente, los ataques aéreos israelíes durante este período causaron la muerte de al menos 248 palestinos.
La economía de la defensa
Aunque las maravillas tecnológicas de la Cúpula de Hierro son innegablemente impresionantes, tienen un precio elevado. Las implicaciones financieras exactas del desarrollo, fabricación y mantenimiento del sistema siguen sin revelarse, pero las estimaciones sugieren cifras de miles de millones. El coste de producción de una sola batería ronda los 100 millones de dólares, y cada misil interceptor cuesta la asombrosa cifra de 50 000 dólares. Esto contrasta fuertemente con los lanzadores y proyectiles significativamente más baratos de que disponen entidades como Hamás.
Estados Unidos ha contribuido sustancialmente a los esfuerzos de defensa de Israel. Se han destinado casi 10 000 millones de dólares a los sistemas de defensa antimisiles israelíes, incluidos casi 3000 millones dedicados sólo a la Cúpula de Hierro. Dadas las recientes hostilidades, la administración Biden está dispuesta a solicitar al Congreso fondos adicionales para la defensa antimisiles de Israel.
Una demanda mundial
La eficacia de la Cúpula de Hierro no ha pasado desapercibida en la escena mundial. El año pasado, en medio de las crecientes tensiones con Rusia, Ucrania se dirigió a Israel solicitando el sistema Cúpula de Hierro y otros equipos de defensa antiaérea. ¿El objetivo? Defenderse de los misiles balísticos iraníes y de los drones de ataque rusos. Aunque el primer ministro Benjamín Netanyahu expresó su apoyo a Ucrania, la preocupación por que el sistema cayera en manos iraníes le llevó a declinar la petición.
Otros países, como Alemania, Rumanía e India, han mostrado interés en adquirir el sistema Cúpula de Hierro. Incluso el Ejército de Estados Unidos ha incorporado al menos dos baterías Iron Dome a su arsenal.
La pastilla: 01×07. ¿Será el científico Eduardo López-Collazo el primer Nobel cubano?
Eduardo López-Collazo es físico nuclear, doctor en Farmacia e investigador. ¿Su sueño? Eliminar la metástasis. Desde 2014, su nombre aparece en la lista de los gais más influyentes de España. Es colaborador habitual de este podcast.
