Venezuela y Cuba, dos naciones con historiales económicos y políticos polémicos, intentan posicionarse dentro del bloque de los BRICS. Ambos países han enfrentado críticas internacionales por sus modelos de gobierno y decisiones económicas.
En busca de salidas a las presiones y sanciones por parte de Occidente —sobre todo de Estados Unidos—, buscan ahora consolidar su presencia en este foro económico. Pero, ¿qué están dispuestas a ofrecer en realidad al bloque?
¿Qué ven en los BRICS?
En el 26° Foro Económico Internacional, Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, expresó la visión de los BRICS como una alternativa al sistema financiero dominado por el dólar. Si bien esta visión resuena con la postura anti-imperialista y la autodefinida “independencia” económica que ambos países han buscado promover, queda la pregunta: ¿Es esto un intento genuino de diversificar relaciones económicas o una maniobra para evadir sanciones y aislamiento económico?
¿Qué traen Venezuela y Cuba a la mesa?
Más allá del discurso adulatorio hacia los BRICS, es esencial evaluar qué pueden aportar estas dos naciones a una alianza ya poderosa.
Venezuela
Con la economía en crisis y una inflación desbordada, Venezuela, sin embargo, posee la mayor reserva petrolera certificada del mundo. Nicolás Maduro sugiere que el ingreso de países miembros de la OPEP a los BRICS garantizaría una cuota significativa del mercado petrolero mundial. No obstante, la explotación efectiva y el comercio de estas reservas han sido problemáticos debido a la gestión nacional y las sanciones internacionales.
Cuba
Aunque Cuba no tiene el mismo nivel de recursos naturales que Venezuela, ofrece una historia de resistencia al sistema financiero occidental. Su economía, sin embargo, ha mostrado signos de fragilidad, dependiendo en gran medida del turismo y las exportaciones de servicios médicos.
Sin embargo, queda por analizar si entre las disposiciones está el aprovechamiento por parte de los BRICS de los recursos de níquel y cobalto de la isla o, si, como hasta ahora quedarán como reserva estratégica del país, es decir, de la cúpula militar que lo gobierna.
Implicaciones geopolíticas
Si el bloque BRICS busca expandir su influencia y diversificar sus miembros, la inclusión de países con economías y reputaciones problemáticas puede no ser la mejor estrategia. Aunque estos países pueden ofrecer alianzas políticas y acceso a recursos, también traen consigo controversias y posibles conflictos con potencias occidentales.
El interés de Venezuela y Cuba en los BRICS puede ser visto como un intento de buscar aliados y diversificar sus relaciones económicas. Pero su incorporación plantea interrogantes sobre el futuro del bloque y cómo gestionará las controversias y desafíos asociados con estos nuevos potenciales miembros.
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